Mitología semita. Las siete Kotharatu

Bajorrelieve representado a las «Siete Hathor». Templo a la diosa Hathor  en Dendera (Egipto) . Desde el  2250 a.c.

Es improbable  que alguien pueda poner en duda la gran importancia que las «diosas madres», tanto actuales como pretéritas,  suponen en las diferentes  teogonías repartidas por el mundo,  así como su vinculación  con la fertilidad y el alumbramiento.   La «Diosa Madre», en el caso sumerio, aparece reconocida por numerosos nombres dentro de su extenso panteón, pero el literal significado de muchos de ellos nos direcciona a su cometido principal como «creadora física o diseñadora del ser humano». Uno de sus nombres  mas relevantes en los textos es la diosa Nintu(r) . Nintur es la «Madre», «La Señora de la Creación», su fértil vientre es denominado «El Lugar de la Oscuridad», siendo un epíteto en correspondencia con el significado literal de su nombre como «Choza del alumbramiento» o «šag.tur» en su sentido  mas pecuario y generalista. Nintur es la «Madre de la Tierra» y partera de los reyes – Dice una dicho sumerio que si un hombre nacía con las rodillas paralizadas, Nintur no le había concebido -.  Su versión acadia, Ninhursag(a),  fue originalmente una diosa de la caza – «hur-saĝ» , significa literalmente «Señora de los cazaderos de la Montaña» ,  en similitud a la  diosa Potnia Theron micénica,  la «Gran Diosa de la Vida, la Muerte y la Regeneración» con un  marcado carácter neolítico.

« (1) [El príncipe Ea/Enki habló  (2) […] el la estaba provocando (3) [..ella] recitó los conjuros  (y) después que ella hubo recitado sus conjuros, (4) sacó la mano de su arcilla (fluido vaginal…¿?), (5) separando catorce piezas de arcilla,  siete puso a su derecha, (6)  siete puso a su izquierda (y) entre ellas puso el ladrillo (paritorio ¿?) (7)  […] …pelo (¿?),  el cuchillo del cordón umbilical. (8) El Sabio y Erudito (Enki) (9)  a las siete sassuratu convocó en asamblea (y)  las siete, varones trajeron (al mundo) (10) (y)  las siete,  mujeres trajeron (11) Las Diosas del Alumbramiento, las que asignan el Destino  (12) Ellas les colocaron por parejas, (13)  les colocaron por parejas en su presencia, (14) desde el momento en que Mami (La Diosa Madre) concibió los designios para la raza humana.

(15) En la casa del retiro de las mujeres preñadas, permítase que el ladrillo esté  durante siete días (16) para que la (diosa) Belet-ili, La Conocedora, pueda ser honrada (17) Debe permitirse que la (diosa) Partera  se regocije en la casa del retiro de las mujeres (y) cuando la mujer preñada de a luz, (19) permítase que la madre del nacido  sea sirviente de si misma » «Pasaje de la Epopeya de Atra-hasis» K 3399+ 3934 (S), reverso iii.  Copia  del Siglo XVII a.c. sobre el original

Según el texto anterior, la Diosa Madre bajo cualquiera de sus nombres es invocada, ejerciendo de guía del no-nato en la oscuridad del vientre de su madre durante el nacimiento, para a continuación del alumbramiento, alimentarlo. En el párrafo, la diosa se muestra como la personificación de diferentes diosas mesopotámicas relacionadas con el nacimiento, caso de las acadias Mami o Belet-ili, apareciendo acompañadas de «sassuratu» o asistentes y que en acadio se identifican con la palabra «vientre» o «sa-ssu-ru».

«…Posteriormente Enki, el moldeador de sus propias creaciones, hubo reflexionado al respecto, le dijo a su madre Namma: «Madre mía, la criatura que tu has planeado (el hombre…) llegará a existir. Imponle el trabajo de acarrear los cestos (que hasta ahora hacían los dioses menores…). Deberás de amasar arcilla de lo alto del Apzu. Sig7-en sig7-hi (Las diosas del Nacimiento..) cortarán la arcilla y tu la formarás para la existencia. Deja a Ninmah actuar como tu asistente y permite que Ninmma, Cu-zi-ana, Ninmada, Ninbarag, Ninmug  […] y Ninguna observen como «das a luz» «Madre mía, después que tu decretes su destino, deja que Ninmah les imponga el trabajo de acarrear los cestos» » «Pasaje de Enki y Ninmah» líneas 28 a 37. Entre el I-II milenio a.c.

Dibujo del Dr. J.E. Polak donde unas mujeres persas dan a luz utilizando dos pilas de ladrillos. 1860 d.c.

En el Pasaje de la «Epopeya de Atra-hasis» aparece el término Belet-ili como alternativa al de «Diosa Madre», un termino que literalmente en lengua acadia significa la «Señora de los Dioses». Según textos religiosos bilingües correspondiente al III milenio a.c. y  procedentes de Sippar,  la diosa Belet-ili se presenta como la opción representativa acadia para las diosas sumerias Ninmah, Ninhursag(a), Nintu(r) y Aruru (F.H.N. Al-Rawi, 1995).  Por otro lado y en escritos teológicos posteriores, aparece el concepto de las «Siete Belet-ili» – Aruru,  Nintu(r),  Ninmah, Ninhursag(a), Ninmena, Šasura y Erura –  y que son identificadas con las  diosas-madre patronales de siete ciudades mesopotámicas:  Sippar, Eshnunna, Urim, Kish, Unug , Agade  y Babilonia (Th. G. Pinches, 1911). La lista canóniga de los dioses babilonios nos da los nombres de «los catorce hijos de Dingirmah» , en determinadas variantes dieciséis, estado algunos de ellos etimológicamente relacionados con el hecho del alumbramiento, si bien el texto no nos proporciona el numero de varones y mujeres. (K. Tallqvist, 1938). Antiguos escritos sumerios nos relatan que Ninhursag(a) fue preñada con «siete gemelos» . (G. Barton, 1994). En documentos interpretativos sobre acontecimientos en los  calendario babilónicos, nos parece que el día veinticuatro de cada mes corresponde con el «Anunciamiento de las Siete Golondrinas de Ninmah» y el día veintiséis como la » Colocación del  Ladrillo de Ninmah», el «Ladrillo del Alumbramiento» (D.J. Wiseman, 1969.

Dentro de ésta introducción general al culto hacia las diosas-madre mesopotámicas, me gustaría hacer ver algunos detalles dentro de los rituales de alumbramiento.  Tal y como hemos podido observar en los textos de la «Epopeya de Atra-hasis» y «Enki y Ninmah», se nos advierte la existencia de un número determinado de diosas que acompañan a la «Vagina de la Naturaleza» en los procesos de alumbramiento. Estás diosas se nos presentan en un número de siete con una función  aparente de parteras y que en los textos vienen denominadas como «sa-ssu-ra-tu» y «sag.hu» en acadio y sumerio respectivamente,  los «vientres», o mediante el epónimo de las «Siete  Golondrinas de Ninmah» y así como al parecer,  como las «Siete Gemelas de Ninhursag(a)»  o como las  «Siete Hijas de Dingirmash»

 « Yo canto a las diosas Kotharatu, las hijas de Hilalu,  las cantores hijas pájaros (golondrinas)  de Hilalu,  el Señor de la Luna Creciente, las que descienden con la jojoba y  la esencia (¡?) del olivo,  las que están predispuestas en cualquier momento. Allí están junto al Benevolente para lo que desee, Ilu ( el dios), La Bienhechora Naturaleza. ¡Observar..,  su lista está en mi boca..:!   Thillukhuha y  Mulugu-hiya, Thatiqatu, su Baqi’atu, Taqu’atu y Perubakhthi, (y)  Damiqtu, la mas joven de las Kotharatu.. » Pasaje de las «Bodas de Yarihk(u) y Nikkal(u)» KTU 1.24  Siglo XV-XIV a.c.   Ugarit (Ras-Shamra)

En los textos ugaríticos de Ras-Shamra, aparece repetidamente la palabra «ktrt» y que es el femenino plural del termino «ktr»o «kotharu».  Según DDD, las «kosharoth», aparentemente, son las «Hábiles/Diestras», en relación con pasajes atribuibles a la «concepción humana», como divinidades equivalentes a las diosas-madre mesopotámicas. Como fórmula plural del termino son reflejadas también en la «Epopeya de Aqhat/Daniel (KTU 1.17)  y en las «Bodas de Yarihk(u) y Nikkal(u)» (KTU 1.24) en contextos asociados con el matrimonio y el alumbramiento en un poético paralelismo con el término » bnt hll snnt»   – La interpretación de  «hll snnt» ha sido controvertida, algunos estudiosos interpretan la frase como «cantar» ( como pájaro) (Smith, 1985)  y otros como «brillo o pureza» (D. Pardee, 1989/90); no ocurre igual con la acepción «bnt» o » ‘rb » y que es una evidente forma de plural de «hijas» , por lo que las Kotharatu pudieran tener el sobrenombre de las «Cantarinas (golondrinas)  hijas» o el de «las Brillantes/Puras hijas» de Hilalu – . Por lo que en un primer momento, parece evidente que las kotharatu no son parteras como tales,  ya que su intervención precede al embarazo, por lo que  probablemente estaríamos hablando de divinidades que bendecirían los matrimonios y relaciones matrimoniales,  así como el proceso de gestación. En otro conjunto de referencias que nos proporcionan los textos de Ras-Shamra,  se puede encontrar dos variantes al termino «ktrt»: » dnin-mah» (RS 26.142:16′)  (RS 1992.2004:4) y » dsa-su-ra-tu4  » (RS 20.24: 12),  manifestándose también  en una relación de divinidades de la ciudad amorrita de Emar como  » dmeš ka-ša-ra-ti» (D. Arnaud, 1986). Dicho esto, se puede admitir la plena coincidencia entre las creencias mesopotámicas y ugaríticas en relación al hecho de la concepción y del alumbramiento.

Representación de la diosa Artemis/Artemisa de Efeso. Museo Arqueológico Nacional de Trípoli, Libia.Siglo I d.c. (Photo by Marco Prins)

Según las creencias púnicas descritas por Filón de Biblos  – Traductor al griego de las creencias fenicias descritas por el sacerdote de Tiro  Sanchuniathon o Sakkniath – , el dios Cronos rodeó su casa con una muralla fundando la primera ciudad fenicia,  Biblos. Dentro de las luchas fratricidas divinas, Cronos concibió sospechas sobre Atlas y  aconsejado por Hermes, arrojó a su hermano a una sima y lo enterró en ella.  De esa época mitológica es la fabricación de barcas por los descendientes de Dióscuros, los «Gémini» ,  para posteriormente echarse a la mar y naufragar cerca del monte Kasion – el semítico monte Saphon – , donde dedicaron un templo a Helos/Cronos – «Helos» es una corrupción  griega del dios «El» semítico-occidental –   por lo fueron denominados con el nombre de «Eloim» o «Elohim». El dios Urano, en el exilio, envió en secreto a la diosa-virgen Astarte/Asthart, «štrt» en fenicio, junto con sus hermanas Rhea, Dione,  Heirmarmene y Hora a seducir a Cronos para engañarle,  pero seducidas a su vez por Cronos y aunque eran su hermanas, las convirtió en sus esposas. Astarte dio a Cronos siete hijas, las denominadas  «Titanidas» o «Artemidas».  En las creencias de la Grecia Clásica, «Artemis» – Homero define a la diosa «Artemis» o «Artemisa» como equivalente a la diosa micénica Potnia Theron –  es la diosa de la caza, los animales salvajes, de lo inmaculado, protectora de la virginidad y las doncellas, así como la responsable de aliviar las enfermedades de las mujeres. En la posterior época helenística se la asimiló con la titán Ilítia, la Diosa de la Luna.  Aunque, como es manifiesto,  Filos de Biblos  exclusivamente hace una asimilación entre los panteones griegos y púnicos, también resulta evidente que tales descripciones son plenamente coincidentes con el «Ciclo mitológico de Baal», así como con sus creencias sobre la concepción humana.

En las teogonías egipcias, las «Siete Hathor» son las siete manifestaciones de la diosa Hathor. En la época pre-dinástica, Hathor/Bat, según sea refiera al Bajo o Alto Egipto,  aparece como una primitiva diosa de la Fertilidad y la Naturaleza,  siendo su forma animalística a semejanza de una vaca con cuernos. Según G. Pinch, Hathor sería el contrapunto de la diosa Sekhmet, y al igual que ella dispone de siete manifestaciones:  las «Siete Flechas», si bien ambas pudieran ser expresión de un único pretérito ente divino neolítico. Hathor correspondería a la parte gentil y agradable de la Naturaleza, mientras que Sekhmet, la leona, representaría la parte cruel y mortífera. Las siete Hathor tienen un papel preponderante en la magia, de tal manera que son requeridas en los ritos de seducción y amatorios. siendo  los rizos dorados de la cabellera de las diosas trampa  para los malos espíritus que podrían oponerse a tales relaciones. De tal guisa e igualmente son las divinidades que proporcionan el destino a los niños recién nacidos,  aportando su ayuda durante  el nacimiento.

Por último, me gustaría hacer una pequeña reseña sobre el relato de la «Epopeya de Aqhat/Daniel» . En el citado texto,  el rephaim Daniel no tiene hijos y esta compungido por tal motivo, por lo que hace sacrificios a los dioses. En el séptimo día, el dios El le comunica que le va a conceder su deseo y Daniel lo celebra haciendo ofrendas adicionales a  las khotaratu , incluyendo un buey,  durante los siguiente seis días. Las diosas permanecerán en su presencia durante ese tiempo y en el séptimo día, Danatay, la esposa de Daniel dará a luz al heroe Aqhat. 

Aunque resulta claro cierto paralelismo entre KTU 1.17 y Génesis 18: 1-15, hasta existe un buey/becerro en similitud por medio, nadie podría afirmar que el patriarca hebreo Abraham y el patriarca ugarítico Daniel son la misma persona. Dicho esto, tampoco nadie podría negarse que,  de acuerdo con la Biblia Hebrea, Daniel forma parte de la tríada de patriarcas llamados los «Justos» junto Noé y Job. Aún así,  parece que en Salmos 68:7,  y según varios estudiosos entre ellos De Moor y Albright,   puede confirmarse  la existencia de una referencia a las kotharatu en tales textos. Según el  relato bíblico (Reina Valera 1960) , la traducción sería: ¡«Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, Selah»!, mientras que De Moor afirma que su traducción correcta es: » ¡ Oh Elohim…,  cuando tu  encabezaste  a tu pueblo, condujiste a los oprimidos entre las kosharoth»..! (1990: 119; cf. Cooper 1981 :387-388). Cierto es que hay  voces, caso de  Lichtenstein (1972) , que han rechazado tal traducción,  pero no es menos cierto que Salmos 68:15-16 nos advierte de: «Monte de Dios es el monte de Basan; Monte alto el de Basan.   ¿Por qué observáis, oh montes altos, Al monte que deseó Dios para su morada? Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.».   Basan o «Ba’-sha» o «(Donde) Baal  escucha (¿?)»  podríamos estar, tal vez,  hablando del Monte Saphon o del Monte Casio, o bien del monte Zion/Sion, aunque en este último caso habría que argumentar en su contra que el «Reino de Bashan», según la Biblia (Josué, 19:37) , estaría cerca de la ciudad de Qadesh, en la actual frontera entre  Siria y Turquía  y por tanto,  lejos de  su supuesta ubicación actual en Jerusalem. y si en la proximidades del actual  Gabal-al-Aqra’, «El Monte Sagrado de Baal».

Referencias:

«Birth in Babylonian and the Bible. Itś Mediterranean sitting»  M. Stol y F.A.M. Wiggermann (2000)

etcsl.orinst.ox.ac.uk. text c.1.1.2

«An anthology of religious texts from Ugarit» J.C. De Moor (1987)

«Dictionary of deities and demons in the Bible» (DDD) (1999)

«Dioses, mitos y rituales de los semitas occidentales en la Antiguedad» J.M. Blázquez (2001)

«Magic in the ancient Egypt» G. Pinch (1995)

Imágenes:

http://www.livius.org

http://www.egiptoforo.com

9 pensamientos en “Mitología semita. Las siete Kotharatu

  1. Muy interesante, como siempre, pero me ha parecido particularmente enriquecedora la explicación de la correspondencia entre la mitología mesopotámica y la púnica, griega y egipcia. Últimamente he estado investigando sobre Potnia Theron como antecedente de Perséfone y/o Demeter, pero no había caído en la relación que pudiera tener con una primitiva Artemisa y por lo tanto con Astarté. Ya tengo trabajo para los próximos días ¿alguna recomendación bibliográfica al respecto?

    Saludos

  2. Hola Carmen, muchas gracias por tu amable comentario. Ya echaba de menos una reseña tuya y que serán siempre apreciados.

    No nos olvidemos de la anatólica Cibeles frigia, la diosa Narunte/Narundi elamita o la diosa Arinna/Hebat hittito-hurrita, entre otras…

    Como desconozco cuan avanzada tienes tu investigación y tus fuentes, yo te recomendaría que tomaras en consideración el libro: «From Artemis to Diana. The goddess of man and beast» de Fisher-Hasen y Poulsen. En referencia a su relación con Cibeles y Potnia Theron: «In search of God, the mother. The cult of anatolian Cybele» de L. E. Roller . Dispones de un avance de su contenido en Google Books.

    Espero que te sirvan de ayuda.

    Saludos y ya me contarás.

    • Gracias por tus palabras y, sobre todo, por las recomendaciones, estoy segura de que me serán de mucha utilidad.

      El tema de las «diosas-madre» y su relación con deidades más primitivas, y por lo tanto más ligadas a la naturaleza, la tierra y sus ciclos, es inmenso y me resulta de lo más interesante, aunque, en muchos sentidos, sobrepasa mi capacidad por la cantidad de información que hay al respecto y el poco tiempo que puedo dedicarle. De momento, voy acumulando información y todo parece apuntar hacia un mismo lugar, un culto primitivo relativo a los ciclos naturales y en el que estaba muy presente, como no podía ser de otro modo, el binomio nacimiento/muerte o, en términos incluso más interesantes, el ciclo nacimiento-muerte-resurrección. Me llama poderosamente la atención cómo ese culto primitivo del que, hasta donde sé, tenemos pocos datos, se fue transformando a lo largo de la historia e incluso separándose dando lugar a una parte más pública, y más suave, relativa al nacimiento y la vida, y otra más oscura, y privada o en algunos casos secreta, relacionada con la muerte. Lo más sorprendente para mí es la posibilidad de encontrar paralelismos y relaciones entre muchas de las creencias actuales y las primitivas tanto en el aspecto mitológico como en el iconográfico.

      Por lo demás, trataré de dejar más amenudo testimonio escrito de mis visitas a tu blog, aunque, lo confieso, me impone respeto por la profundidad de tus conocimientos, ante los que generalmente no puedo más que tomar notas y aumentar mi particular listado de libros por leer y temas en los que profundizar.

      De nuevo, gracias por tu respuesta.

      Saludos.

  3. Hace un par de días leía un facsímil del nuevo libro del paleontólogo J.J. Arsuaga «El primer viaje de nuestra vida» y cuyo tema central era la evolución del hueso del coxis del «homo» hasta llegar a la actualidad. El libro hace una exploración sobre esa adaptación en beneficio de una «locomoción bípeda» y en perjuicio del «canal del parto» humano.

    En resumen, Arsuaga no habla de las adaptaciones sociales en el ser humano que acarrea la tremenda complejidad del parto y que está mal resuelta en la «no conclusión física» del feto antes del nacimiento. Esto trae consigo un alto nivel de mortandad ante y con inmediata posterioridad al nacimiento en las sociedades primitivas.

    Las creencias en las «diosas-madre» y sus rituales , o «códigos de conducta», ante el parto resultan fundamentales. Rituales que tienen un doble componente de magia (placebo…) y empirismo que ayudan en la resolución positiva a un acontecimiento que se presenta, incluso en la actualidad, harto difícil. La importancia que lógicamente tiene un satisfactorio alumbramiento, hace que los cultos a las diosas benefactoras de dicho trance tengan una extrema importancia en la general cultura humana. Por otro lado, y como consecuencia de la inevitable, demasiadas veces, inviabilidad del feto y del nacido, la presencia de la muerte es un hecho intrínseco al nacimiento. Tal circunstancia hace que tanto el alumbramiento como la muerte estén fuertemente ligados en éstas culturas y en manos del mismo ente divino. No tanto lo es la «resurrección» que aunque existe.., es un concepto posterior y debido a otro tipo de necesidades mas «sociales», y que son básicamente las adeptas a los rituales hacia ancestros y/o personajes de extrema relevancia en la supervivencia, como fuentes de conocimiento/consejo, así como de estabilidad ético-moral de los diferentes grupos humanos.

    Si bien existe una evolución adaptativa, que llamaremos «filosófica».., desde las primitivas creencias a las diosas-madres hasta la actualidad, según mi entender, éstas se basan en un exclusivo ideario: El status de la mujer dentro de las culturas que a continuación predominaron tanto religiosa como políticamente. Así se paso de unas sociedades matriarcales a unas sociedades patriarcales donde la » condición virginal» como virtud era un necesario contrapunto a las anteriores libertades sexuales de la mujer como parte decisoria, ahora apartada.., en los acontecimientos sociales.

    En cuanto a las similitudes entre las actuales creencias occidentales y los cultos del este mediterráneo y Oriente Próximo, muchas…. Tienes millares de ejemplos, y , de los que yo he dado algunos.., que intentaré ir acercándoos progresivamente.

    Por último decirte que me inquieta, aunque lo agradezco como cumplido a mis escritos.., esa sensación que a ti te da y que supuestamente puedo dar. Sinceramente me gustaría que estas relaciones fueran mas «relajadas», ya que vuestros comentarios son de gran ayuda, porque yo también mejoro mis entradas al ordenar mis ideas al contestarlas.

    Saludos,

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