En estos tiempos aciagos para España, como no podía ser de otra manera en un país de grandes mentes y de pésimos dirigentes. Donde por enésima vez se pone por delante los intereses de una minoría apalancada y se ningunea el capital futuro que supone la Investigación, la Educación y la Ciencia, me gustaría plasmar en estas líneas los estudios realizados sobre la escritura del Valle del Indo, y mas concretamente de Monhejo.Daro, realizadas por Jorge Quintana Vives, fallecido en 1947, en su libro «Aportaciones a la interpretación de la escritura proto-índica» de 1946.
Estatuilla de sacerdote. Mohenjo-Daro. Aparece con el moño sacerdotal y una túnica de tréboles.
Algunos autores han sugerido, en vista que no haberse encontrado en Mohenjo-Daro ningún edificio susceptible de ser un Palacio, que la ciudad estaba gobernada por una aristocracia o, en todo caso, por el gobernador de otra ciudad mas importante, como podría ser Harappa. Los trabajos de interpretación de las escrituras y signos proto-indios, realizados por Enrique Heras en «The religion of Mohenjo-Daro people according to the inscriptions» , y de cuya exactitud y validez ya no es posible dudar, nos ha abierto un amplio campo de investigación que nos permite estudiar muchos de los aspectos ésta cultura del Valle de Indo. Del examen de las inscripciones se desprende que Monhenjo-Daro, parece ser, estaba gobernada por un supremo sacerdote como representante de la divinidad en la Tierra. Debido a ello, los títulos que adoptará estarán íntimamente ligados con la religión, por lo que creemos necesario, antes de entrar su estudio, hacer un breve resumen de las principales dogmas religiosos, así como de las formas y distintos nombres tomados por el dios principal proto-índico.
La religión era, en sus conceptos principales, la misma entre las diferentes tribus o nomos y de los que sabemos tenían cada uno como emblema un animal o símbolo totémico, si bien aparecen algunos localismos a similitud de las ciudades del Antiguo Oriente Próximo. Las divinidades principales, y que se constituían en una tríada, eran los dioses Āṇ (1,13), Āṇ-il (2,5) y la diosa Amma (1,12), – posibles prototipos de Shiva, Subrahamanya y Pārvati de las religiones hinduístas según Jorge Quintana. Aunque, desde mi humilde opinión, también tiene relación con la tríada suprema sumeria: An, En.il y Ki, como «El Señor (Sol)», El «Señor del Viento» y la «Madre Tierra». No en vano Āṇ-il o Vāyu es el «Dios del Viento» y Amma representa a la «Madre» en la mitología védica – y que nos son presentados en una inscripción muy importante, «Uda mūn per kaḍavuḷ-adu kalak uir» (1) , «La vida unida de los tres grandes dioses juntos». De las tres principales personalidades deíticas, «mūn per kaḍavuḷ» , Āṇ era el mas importante, «Kovil ella kaḍavuḷ-adu Āṇ» (2), «Āṇ de todos los dioses del Templo». «Āṇ» como vocablo que abarca la idea de superioridad y de subsistencia por si mismo y que era identificado también con el Sol, «Uyarel ire per kaḍavuḷ» (3) «El gran dios que es el alto Sol». Ésta identificación es primordial para comprender la idiosincrasia de ésta religión, pues el Sol al recorrer las ocho constelaciones/periodos del calendario proto-indio, tomaba en cada mes la personificación en correspondencia. Así, los meses/periodos eran «Eḍu«, el carnero, y con el que empezaba el año; «Yāl», el arpa; «Naṇḍ» (6,4) , el cangrejo; «Amma» (1,12), la madre; «Tūk» (1,3) , la balanza; «Kaṇi» (4,8), la saeta; «Kuda» (19,8), el jarro; y «Mīn» (4,10), el pez. Como consecuencia de su identificación con cada uno de los ocho meses/periodos del año , se daba al dios Āṇ el nombre de «El dios de la ocho formas», «eṭ kaḍavul» y así nos relata el texto:, «Adu tali per mīn oriḍa eṭ kaḍavul» (4) , «Este, el dios de la ocho formas, el gran pez, al que se le hacen aspersiones (adoraciones)»
(1) «Uda mūn per kaḍavuḷ-adu kalak uir»
(2) «Kovil ella kaḍavuḷ-adu Āṇ»
(3) «Uyarel ire per kaḍavuḷ»
Según J. Quintana, ésta ultima inscripción es difícil de traducir literalmente, como lo es, en general, todo texto dravídico debido a su sintaxis – Aquí J. Quintana nos propone que. en contraposición a otras teorías, la lengua utilizada del Valle del Indo corresponde a una lengua dravídica –. La palabra «kaḍavuḷ«, «dios», como sujeto de la oración, está precedida de un numeral, «eṭ», «ocho» , que actúa como un adjetivo calificativo, por lo que debe traducirse como «El ocho dios». «Per mīn«, «el gran pez», está calificado por el adjetivo «tali», siendo, por tanto, su traducción literal «el aspérgido gran dios».
(4) «Adu tali per mīn oriḍa eṭ kaḍavuḷ»
El topónimo «Mohenjo-Daro» es una nomenclatura moderna proveniente del dialecto sindhi y viene a significar «La Ciudad de los Muertos», no coincidiendo en ningún momento con su primitivo nombre, así como tampoco con el de la región donde se sitúa en la actual denominación. El país a orillas del Indo era denominado con el nombre de «Mīnāḍ» (4,13), – «nāḍ» que significa «reino» y «mīn» que significa «pez» – , y sus habitantes como los «mīnair» (4,11), en plural o «mīnan» (5,3), en singular – «Mīnair»que se compone de símbolos «mīn» y «an». Éste último como determinativo de personalidad o lo que es lo mismo: «Los de el pez», junto con «ir» como plural – y cuyo «tótem» parece ser que fue el unicornio – En un sello de la época aparece un hombre que porta un estandarte y donde figura en su parte superior el citado animal mitológico –. Éstos posibles antropónimos vienen corroborados por el nombre que los arios dieron a este pueblo y al que llamaron en indoeuropeo, «matsyas», «los peces».
Sello de Mohenjo-Daro/Naṇḍūr conocido como «El ritual del sacrificio». Aparece, de izquierda a derecha, el dios supremo Āṇ sobre un árbol «Pipal» coronado por el moño sacerdotal y su símbolo del tridente; un sacerdote postrado y a continuación el símbolo del dios como «Señor de las ocho partes del año»: «El carnero-pez»
La capital del «País de Mīnāḍ» era conocida como «Naṇḍūr» o «Ciudad del Cangrejo» y que estaba dedicada al dios Āṇ en la forma que tomaba en la «octava casa» del calendario. Sus habitantes eran conocidos como «naṇḍor»(14,8) o «naṇḍūrir» , es decir «Los del cangrejo» o «Los de Nandor». En la capital , el dios supremo Āṇ era adorado bajo la forma combinada del carnero y del pez, primero y último signo del calendario, y que era una manera de reconocer el paso del dios por las ocho casas del firmamento. Ésta forma combinada de la divinidad Āṇ aparece relatada en un sello como «Nila Naṇḍūr eḍu mīn-adu Āṇ val», » Āṇ del carnero y del pez de Naṇḍūr que posee tierras, que esté contento», aunque también aparece con éste significado en otras inscripciones como «Edu etru uyarel ir ār ire per kaḍavuḷ«, «El gran dios que tiene dos formas del gran Sol de las ocho partes del año» o «Edu etru uyarel ir ār et per kaḍavuḷ-adu«, «El gran dios de ocho formas, dos formas del alto Sol de las ocho partes del año».
El dirigente principal de Mīnāḍ, que residía en Naṇḍūr, tenía dos clases de títulos: Unos que podríamos denominar como jerárquicos y que se refieren a su situación a la cabeza de la comunidad y otros de carácter religioso que indicaban su calidad como vicario de la divinidad en la Tierra. Uno de los títulos que indicaban su jerarquía en el país, siendo el más frecuente, es el de «Kōn»(12,7) y que vienen literalmente a significar «El que tiene poder»/»El que domina». Dice el texto: «ūr-il ire mīn mīnan kōn-adu», «Del gobernante de los ilustres mīnan que esta en el país». El título de gobernante era llevado también por el regente de Vēlūr, ciudad dedicada al símbolo del poder de Āṇ, el tridente, «vēl«. Los Vēlūr pertenecían también a la estirpe de los Mînan, si bien éstos habitaban mas al Sur. Del gobernante de Vēlūr nos habla la siguiente inscripción: «Il-il ire mīn Vēlūr kōn», «El regente de la ilustre Vēlūr que ésta en la casa (templo)». Otro título que se daba al regente de Nandūr era el de «Taltalālva«, traducido como «El muy ilustre gobernador», compuesto de la raíz «ālva«, gobernar, calificada por el adjetivo «tal», ilustre, repetido dos veces. Nos dice otro texto, «Cuni sere taltalālva«, «El muy ilustre gobernador del falo» y que nos habla de la introducción de un culto al miembro viril de hombre como energía vital. Culto que, suponemos fue introducido por tal gobernador entre los Mīnan y que tuvo gran aceptación en Mohenjo-Daro – Hecho que se corrobora con el hallazgo de gran número de «lingas» encontrados en dicha población -. Hay otro título frecuente en las inscripciones y que era llevado por el regente de Mīnāḍ, nos habla de «Mīnan adu udayan» , «El guía de los mūnan». Vocablo «Udayan» (15,10) que viene a significar literalmente «el que dirige» o «el que guía» y que proviene de la raíz «uda» (15,8) . dirigir/guiar o conducir, » Il-il ire mīnan-adu udayan», «el guía de los mīnan que está en la casa» . También, y con respecto a la regencia, se tiene conocimiento de un título de parera del regente con la denominación de «Kopen»(13,10). De una de éstas esposas del gobernante nos aparece un texto que dice «Kopen ten-adu nalvid», «Muchas casas de la plantación de palmeras de la esposa del gobernante» y donde el término «ten» significa «palmera».
Los títulos religiosos son los que nos muestran la posición del gobernante con respecto a la divinidad y de la que ha recibido su gobierno. Hemos visto que Ān era el dios supremo de los proto-indios y que la ciudad de Nandûr estaba dedicada al cangrejo , una de sus ocho formas. El título religioso mas importante del rey de Nandûr era «Naṇḍ ulavan» (4,4 + 6,4) o «Naṇḍ-il ulavan» (4,4 + 14,6). En la segunda frase, la palabra «naṇḍ-il» es el genitivo de «naṇḍ«(6,4) , «país», con la terminación «il», en cambio, en el primer caso se usa el genitivo directo – Tiene una utilización similar análogo al genitivo directo egipcio, si bien aquí el/lo regido precede al regidor -. El término «Ulavan» (4,4) significa «hacendado», o bien «arrendatario», en definitiva, «el que tiene derecho a cultivar la tierra» y que viene dado por la idea de quien ha recibido de otra persona, en este caso el dios, la prerrogativa de cultivar la tierra. La traducción de «naṇḍ-il ulavan» sería entonces «El arrendatario del cangrejo/país», indicando que al gobernante como representante y administrador de los bienes divinos. Siendo el regente el apoderado del dios, es probable que residiera en el Templo. Aunque, como hemos dicho anteriormente, no se ha encontrado en Mohenjo-Daro construcción que pudiera asumir el papel de Palacio o Templo, se sabe que bajo el túmulo sobre el que están edificados la «estupa» y el templo budista, existen los restos de una edificación construida sobre una colina artificial y que con todo posibilidad debería corresponder con el templo de la ciudad (E Mackay, 1936). Hecho que concuerda con la experiencia que multitud de «lugares santos» para una religión lo serán posteriormente ser para otras. La circunstancia de no haber encontrado otra edificación que pueda considerarse como Templo o Palacio parece dirigirnos a la idea de la existencia de un único centro de gobierno que sería la «Casa de la Divinidad». Como rúbrica a ésta teoría, hemos de considerar la etimología de la palabra «templo» en proto-indio, «kōvil«, compuesto de raíz «kō«(1,8), regencia e «il», (23,3) casa – la «v» es eufónica – y que viene a significar «La Casa de la Regencia» – palabra que era utilizada en lengua tamil, si bien ha sido sustituida por el término «Irâça» – El vocablo «il» pudiera tener relación con la alocución «il-il ire», «que está en la casa», construcción de participio con funciones adjetivales muy frecuente en las lenguas dravídicas, y donde la palabra «il» , cuando la alocución hace referencia a un dios, puede traducirse como «templo». Un ejemplo sería: «Il-il ire mîn per kadavul-adu Ān», «El ser supremo, el gran dios de la estrellas, ésta en el Templo», cabiendo la posibilidad de tomar igual significancia en el caso que el sujeto fuera el regente, como era el caso del texto traducido anteriormente.
(5) «Or-il tirpir ire mîn nand-il ulavan»
Las traducciones que incluyen la alocución «naṇḍ-il ulavan» son variadas, aunque aquí vamos a destacar el texto: «Or-il tirpir iremīn naṇḍ-il ulavan» (5), «El ilustre hacendado del Cangrejo que posee los decretos del que es uno (el dios)». Al decir que el gobernante posee los decretos de la divinidad, se ve aún más claramente el concepto teocrático del «País de Nandûr». Estos decretos o disposiciones pudieran perfectamente referirse a la llevanza de los «asuntos mundanos» del dios, los cuales eran transmitidos a su vicario en la Tierra y de los que se posee alguna información. Sabemos que existieron tres disposiciones, «Mūn naṇḍal tirpir», a cerca del «Naṇḍal» o festividad que se celebraba al terminar la recolección de la cosecha. En éstos decretos es posible que se indicara las partes de la cosecha que correspondían a la regencia, ya que textos en referencia a Vēlūr nos indican con seguridad que dos cuartas partes de la cosecha correspondían al Templo.(E. Heras). Un gobernante denominado Mīna impuso una contribución sobre la pesca, y a esta disposición hace referencia una inscripción que habla de «Mīnan mīntirpu«, «El decreto sobre el pescado de Mīna» (Ilustrated London News, 1924). También se pagaba al regente una contribución sobre la tierras denominada «ade»que era reclamada por unos funcionarios llamados «adekan» (13,2) , «…adekan ire ir mīnir» (6) «…dos mīnan que son adekan» (Mackay, 1936)
(6) «…adekan ire ir mīnir»
El segundo de los títulos religiosos del gobernante de Naṇḍūr era «Mīnavan» (17,14 + 4,10) que viene a significar «El del pez» o «El devoto del pez». El «Pez» era el último mes del calendario de Monhenjo-Daro, indicando al regente como adorador, en combinación con el «carnero» de la personificación del dios supremo Ān bajo aquella forma. Se dispone un texto que narra «Parava nila ir mīn Mīnavan Mūnkan« (7) , «El de los tres ojos de Mînavan de los dos peces de la Luna de los Parava» . «Mūnkan«, «El de tres ojos», es uno de los nombres del dios Ān y que se cita en numerosas inscripciones. Según la tradición shaivita, de época posterior, dios reconoció que dos ojos no le eran suficientes para ver, y desde entonces tuvo tres. Los «Pavaran de la Luna» constituían una de las dos ramas que se dividía una tribu, siendo estos nomos una subdivisión de los Mînan, denominados «Paravas del Sol» y «Paravas de la Luna» – los descendientes de éstos últimos viven aún en Fishery Coast, y, según su tradición, descienden de la Luna –. Los dos peces a lo que se refiere el relato corresponden a un «lañchana» o divisa heráldica de Mînâd. Como posible corroboración a éstas hipótesis, E. Heras alude a que los reyes Pândyas de Madura, llevaban, hecho conocido desde el siglo I d.c., el título de «Mînavan» y que su lañchana eran dos peces – peces que se encuentran en todos los templos del Sur de la India construidos por los Pândyas, así como en sus monedas, etc – Además, y según la tradición conservada en el Mahabharata, los reyes Pândyas procedían del Norte de la India, siendo tal dinastía los «señores naturales» de los Paravas de Fishery Coast.
(7) «Parava nila ir mîn Mînavan Mûnkan»
Anexo: Como muestra y referencia a algunos símbolos proto-indios reflejados en el texto, utilizaremos la siguiente tabla y que proviene de los fondos de la Promotora Española de Lingüistica (PROEL). Para ubicar su referencia utilizaremos dos numerales, un primero para la fila y un segundo para su posición en dicha fila. Tal que (0,0) = blanco
Referencias e imágenes:
«El gobierno teocrático de Mohenjo-Daro» Jorge Quintana Vives (1946)
Imágenes:
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