La Torre de Babel: Sumer y el Antiguo Testamento. Conexiones.

Según nos narra la Biblia, los babilonios se dispusieron a construir una poderosa ciudad con  un ziqqurat en cuya cima habría un templo que llegaría al cielo, pero éste soberbio proyecto no agradó a Dios, que decidió impedir su obra. Para ello,  hizo que los obreros que trabajaban en la construcción de la torre hablaran lenguas distintas y la confusión que creó,  impidió la culminación del edificio.

«La Torre de Babel» Abel Grimmer (1570-1619 d.c.) Escuela framenca.

« (1)Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. (2) Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. (3)Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. (4) Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. (5) Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. (6) Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. (7) Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. (8) Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. (9) Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. » Génesis, 11, 1-9.

Notas sobre el texto – «Sinar/Shinar (las tierras de…)» corresponderían aprox. al núcleo del Imperio neo-babilónico de Nabucodonosor II (604-562 a.c.), reinos de Sumer y Akkad, si bien otras interpretaciones  más «genesistas» afirman estar compuestas por Babel/Babilonia,  Erech/Uruk,  Accad/Akkad y Calneh (¿?)  como nombre de las cuatro (¿?) ciudades fundadas por Nimrud, primer rey mitológico tras el diluvio, en Mesopotamia -.

Hasta hace unos 1.500 años, en la Europa occidental culturizada se hablaba latín. Hoy en día no nos entenderíamos con los europeos de aquella época,  si exceptuamos la comprensión de expresiones simples. Un milenio  medio años es más que suficientes para que dos grupos humanos, con una evolución linguistica tipo,  dejen de entenderse, un ejemplo:  Islandia fue colonizada por los noruegos a finales del siglo IX d.c. Los islandeses, todavía, hoy, pueden entender con dificultad las lenguas de la península escandinava, pero a los escandinavos les cuesta mucho comprender a los islandeses.

Muchas de las posibles familias lingüísticas que los estudiosos manejan en la actual,  están reconocidas por casi todos los lingüistas. Desde hace tiempo se ha empezado a percibir que hay evidentes parecidos entre las distintas familias, aunque estos rasgos no sean muy marcados y resulte difícil el descubrirlos. El inconveniente es que la lenguas varían rápidamente – casos que se acentúan, si en la comparativa una de ellas ha estado aislada, caso del islandés  – , y que algunos lingüistas están convencidos que es imposible remontarse a «parentescos» de hace más de 6.000 años, por motivos obvios. Esta convicción se ve reforzada por un hecho, revelado por la glotocronología, –  Ciencia que estudia la evolución del habla humana a través del tiempo  – y  que afirma que después de seis milenios,  las palabras en común se ven reducidas a un 10 por ciento aproximadamente. Partiendo de tal realidad,   no  es menos cierta de la existencia de disensiones a la hora de definir determinadas realidades lingüísticas,  al existir algunas diferencias entre la escuela rusa y el estadounidense Greenberg.   Así los generales estudios tienden a unir básicamente la familia de lenguas indoeuropeas, la urálica y la altáica en una «super-familia» llamada «Euroasiático» – que incluye también el japonés, el coreano,  así como el esquimal y el chukchi – y que  la escuela rusa denomina como el «Nostrático«,  englobando en un ampliado conjunto a las lenguas dravídicas, afroasiáticas, así como  parte de las caucásicas, y de la cual se sostiene, por parte de V.M. Illich-Svitych,  que pudo ser hablada hace entre 10.000 y 20.000 años aprox.

Por otro lado se ha propuesto, como teorías, otras superfamilias. Se han encontrado similitudes entre el grupo de lenguas na-dené de Norteamérica, el sinotibetano y un grupo de lenguas del Cáucaso – las mismas que a su vez se parecen al vascuence hablado en la Península Ibérica –, aunque se trate de familias muy alejadas geográficamente y que se distribuirían desde España a Norteamérica. Es probable que ésta super-familia, llamada dené-caucásica, estuviera extendida por todo el territorio euroasiático antes de la expansión del Nostrático o del Euroasiático. Es de notar que las familias que tienen más cohesión geográfica son aquellas cuyos pueblos se han expandido en época más reciente,  teniéndose la evidencia de los casos de familias o sub-familias más antiguas que están fragmentadas por el solapamiento de otros grupos, que se expandieron a continuación y en parte poblaron las áreas que antes ocupaban las más antiguas. En tal caso, la superfamilia dené-caucásica debería ser la más antigua y remontarse a más de 30.000 años, aunque si tenemos en cuenta que el vascuence, como parece muy probable, desciende de la lengua hablada por los primeros hombres modernos que entraron en Europa, los llamados «hombres de Cro-Magnon» y teniendo en cuenta que las lenguas nostrática/euroasiática tuvieron su periodo de máximo desarrollo y expansión aproximadamente hace unos 20.000 años, no es de extrañar que la dené-caucásica tenga incluso cuarenta milenios.

Tendrá que pasar mucho tiempo para que se llegue a un acuerdo, si no general, al menos amplio sobre temas tan controvertidos. Aunque, aun así, continúan sin contestar dos preguntas fundamentales:  Por un lado,  si  existió, como parece ser evidente,  una lengua única..  y por otro, cuando fue su tiempo de existencia..? Una respuesta parcial a la segunda  pudiera ser que antes de la diáspora del hombre moderno,  un acontecimiento que debió ocurrir hace  60.000 o más años.

Es improbable que hoy en día, me refiero a los estudiosos por supuesto,  alguien pueda poner en duda la relación existente entre los textos bíblicos y la épica y rituales templarios mesopotámicos. La existencia de un paralelismo entre el Antiguo Testamento viene dada por una circunstancia y dos acontecimientos. La circunstancia es la traducción,  durante los dos últimos siglos,  de diferentes antiguos lenguajes escritos repartidos por Asía y Europa que hacen patente tal semejanza como fruto de una evolución de creencias, o su mestizaje,  que han ido evolucionando en paralelo a los acontecimientos sociológicos  del mediterráneo oriental y de Asía Menor y cuyo soporte resolutorio ha sido esa misma similitud en los lenguajes.  Los acontecimientos corresponden, uno, a los exilios forzados de hebreos a Mesopotamia en diferentes periodos de tiempo debido a las invasiones asirias y babilónicas y otro,  al indudable conocimiento, in situ,  de tales textos como lógica consecuencia de la relación intelectual fruto de la misma conquista y/o de sus, mas que posibles,  relaciones comerciales.

Recreación del ziqqurat y el «templo Blanco» de Uruk en honor al dios Anu. III milénio a.c. aprox. Actual Tell-al-Warka. Iraq

«… Recito para él,  el sagrado himno, las invocaciones mágicas en su cámara sagrada,  Las invocación a Nudimmud: «Un día, cuando no existía  la serpiente, cuando no había escorpiones, ni  había hienas, ni había leones. Cuando tampoco existía el perro, ni el lobo, cuando la gente no temblaba ni tenía temor. ¡Cuando el hombre no tenía un oponente..! En ese momento cuando el País de Shubur y Hamazi, el de las muchas lenguas (población…), y Sumer, la  gran montaña de mi magnificencia, y Akkad,  la tierra que lo posee todo, y  el País de Mar-tu,  que descansa en  seguridad.  El Universo entero. con la humanidad resguardada, ¡ Es posible que todos ellos se dirigieran a En-lil en una sola lengua! Pero en ese tiempo, por los ambiciosos señores, por los príncipes ambiciosos, por los ambiciosos reyes, En-ki, por los señores ambiciosos, por los ambiciosos príncipes, por los reyes ambiciosos, En-ki, el Señor de la Abundancia y de las inquebrantables  decisiones,  el Señor de la sabiduría y la razón en la Tierra, el  Hacedor de los Dioses, modificó su criterio, El Señor de Eridu, cambió el habla de sus bocas,  de la misma forma que él la puso allí  y era exclusivamente una la lengua de la  humanidad…» » Enmerkar y el Señor de Aratta, 134-155. I dinastía de Uruk. Del  siglo XXVIII al XXVI a.c. (sobre texto neo-sumerio del siglo XXI a.c.)

Nota sobre el texto:  – «Nudimmud»; Uno de los nombres del dios En-ki/Ea, tiene un significado de ‘Hacedor’. «Hamazi»; Antiguo reino de desconocida ubicación, aunque se le supone al oeste de los Montes Zagros entre Shubartu/ Shubur y los reinos elamitas, tal vez en el valle del Diyala (ver mapa). «Mar-tu»; Nombre sumerio para la actual franja sirio-palestina. Eridu; Según la tradición sumeria, la primera ciudad fundada, fuente de la realeza sumeria. Enmekar; Segundo rey de la I dinastía de Uruk, 2700-2550 a.c.,  fundador de Uruk y monarca de leyenda pues vivió 420 años, según la lista real sumeria. «Aratta»; Antiguo reino que posiblemente corresponda con  zonas del actual sur de  Irán y/o de las costas del Golfo Pérsico iraní.

Referencias:

«¿Quienes somos?. Historia de la diversidad humana» Luca y Francesco Cavalli-Sforza (2009)

«Babel of tongues». Samuel N. Kramer (1968)

«La Biblia». Reina Valera (1960)

 imágenes :

http://www.teachers.sduhsd.k12.ca.us

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