Los desvaríos de David Icke: La copa de Gudea.

No sé que tiene el Museo del Louvre, y sus piezas arqueológicas, que desata la imaginación. Imaginación que no dudo  tenga que ver con ese «ambiente parisino» que ha permitido a grandes artistas, en los últimos doscientos años, realizar excelsas obras  y a cuyo «rebufo» se han adherido numerosos representantes de esa corriente «magufa» que representan personalidades tales como David Icke o Zecharia Sitchin.

Detalle de uno de los dos iguales laterales de la «copa de Gudea». Se observa a uno de los «mušhuššu» sobre la hoja de una puerta.  Copia en bronce del original.

Perteneciente a la colección del Musée du Louvre, y catalogada como AO 000190,  ésta pieza, de excelente conservación, es conocida vulgarmente con la «Copa de Gudea».  Correspondiente al periodo de la II dinastía de Lagash, más exactamente a la regencia del gobernador/príncipe, en sumerio «ensi», llamado Gudea, 2141-2122 a.c.  La dinastía de Lagash fue una de las  precursoras del periodo denominado «Renacimiento sumerio» . Ésta labor sacra fue realizada en esteatita  o  «piedra de talco», un silicato de color blanco a gris azul fruto de proceso metamórfico de los silicatos de Magnesio y con una dureza 1 en la escala de Mohs Tallada de  forma tronco conoidal invertida, tiene unas medidas de  230x80x120 mm,  y  que fue labrada para su uso como vaso votivo.  Dispone, en longitud, de un texto labrado en caracteres sumerios:

«(1) dnin-gisz-zi-da (2) dingir-ra-ni (3) gu3-de2-a (4) ensi2 (5) lagaszki (6) nam-ti-la-ni-sz3 (7) a-mu-na-ru»

Que puede ser traducido como: « A Ningišzzida ( o Ningishzida); El Señor de Gudea,  ensi  de Lagash,  que para la prolongación de su vida, te lo  ha dedicado »


«Copa de Gudea». Vaso de libación de la II dinastía de Lagash, 2141-2122 a.c. Musée du Louvre

«La copa de Gudea» es un ensér litúrgico dedicado a la libación de ofrendas y que, en éste caso, parece ser que formaría parte de los rituales hacia el dios Ningishzida,  como dios personal del «patesi» de  Lagaš. En la decoración de éste cáliz parece, desde su base a sus bordes, dos serpientes enroscadas sobre un tronco de  árbol acompañadas de dos ofidios-dragón rampantes que sostenienen las cancelas de una puerta. Representaciones, estos últimas, que combinan la cabeza de una serpiente con el cuerpo y cuartos delanteros de una pantera, las alas y extremidades traseras de un águila, junto con una cola de felino , y cuyo motivo está culminado  un bonete astado coronado  por una cornamenta de cabra.  Éste tipo de imaginería aparece también en los motivos de los templos de Lagash y en cilindros-sello acádicos, caso del cilindro-sello de Gudea (C. E. Sutter, 2000),  donde parecen con una cola finalizada en aguijón de escorpión, «mušhuš» y cuya utilización como representación animálistica identificativa de determinadas divinidades se extiende hasta el periodo helenístico babilónico, 312-63 a.c. La figura de la serpiente-dragón puede  ser identificada con  «Muššatur», traducido literalmente como «serpiente roja»  o iracunda – , y a quienes se les asocia con asistentes de determinados «dioses-serpiente», caso del dios Ninazu, Tišpak o Ningishzida, en los panteones de las ciudades de Enigi, Eshnunna y Lagash.  Con el nombre genérico de «Mušhuššu» fueron originalmente criaturas sometidas al albedrío del dios Ninazu  y que fueron transferidas al dios Tišpak cuando éste «derrotó» al anterior como dios patronal de Eshnunna a finales del periodo acadio o principios del periodo babilónico antiguo. Con referencia a la ciudad de Lagash, y en el papel de hijo de Ninazu, fueron adoptadas por la deidad Ningishzida durante la II dinastía, para con posterioridad y  tras la conquista de Ešnunna por el rey amorrita Hammurabi, una de éstas serpientes-dragones, muš-muš, pasó a ser el símbolo del ascendiente dios babilónico Marduk, así como de su hijo Nabû. 

Mushhshu_puerta de Isthar

Detalle de un «mušhšu» de la reconstruida «Puerta de Ištar» en Babilonia. Original del periodo kassita (Nabucodonosor II, 604-562 a.c.) Babil, Iraq

Ninazu, «Señor de las serpientes»,  aparece como hijo de la diosa Ereškigal y el «Gran Señor», siendo éste último, tal vez, Nergal como esposo de la «Señora del  Inframundo». A Ninazu se le relaciona con la ciudad de Enigi,  la llamada «Kutha de Sumer» (Gudua). Termino el de «Kutha» que en algunos textos figura como sinónimo del «Mas Allá», aunque también aparece como «Dios de la Resurrección» por su relación con la renovación anual de las cosechas, para a partir de la III dinastía de Ur, también figurar como nombre sinónimo del dios Enki  en su papel de «divinidad médica» (Klein, 1981) .

Tišpak o Tishpak, rey y señor de Ešnunna. En los mitos aparece con el vencedor del «Dragón Celeste», Labbu, un ser monstruoso  representativo de  un grupo de estrellas creadas por En-lil cuyas proporciones hacia temer, por los dioses, que  diezmara a hombres y animales,  malogrando las ofrendas y por tanto su sustento (Kramer, 1991),  ver su relación con la lucha entre Ninurta y el pájaro Anzû o entre Marduk y Tiamat,  y que posiblemente lo entronca con las creencias hacia el dios hurrita Teshub, como «Dios del Cielo y la Tormenta» que también combatió contra otra gran serpiente primigenia: el dragón Illuyanka.

Ningishzida o Ningišzida, etimológicamente significa «Señor del Verdadero Árbol», protector de sus raíces, y así aparece en el nombre de su primitiva ciudad Gišbanda o «La de los Jóvenes Árboles». Conocido como «muš-mah», «La gran serpiente», aparece en su forma antropomorfa con dos cabezas boneteadas de áspid que le  surgen de los hombros,  y que sugieren una «humanización»  de su primitiva  representación en similitud a un «caduceus» Se le relacionó astralmente con la constelación de la Hydra, «[mul] muš». Ésta doble consideración de «dios-serpiente» y protector arbóreo que pudiera parecer incompatible, viene resuelta por el hecho que los mesopotámicos consideraban a las raíces  de los árboles como serpientes que se extendían por el subsuelo (Lévy-Bruel), y así aparece en el término   cuneiforme , «arina», «raíz», el cual consiste en dos signos cruzados sobre el sumerograma «muš», «serpiente» (JCS, 1961). Una variante que podría aportar mejor solución,  incluye además el signo para árbol, «giš».

Es posible que los anteriores atributos, junto con su ascendencia, pudiera darnos la idea que se trata de un dios subterráneo y por tanto relacionado con el «Inframundo».  Suposición que es inexacta, ya que se le considera, junto a Dumuzi/Damu, protector de las «Puertas del Cielo de Enlil» y es en ésta relación con el héroe-dios de la ciudad de Bad-Tibira, y  éste último, a su vez,  como consecuencia de sus avatares en el «Kur» o «Más Allá «, ver el «Ciclo  de Dumuzi  , cuando tras un proceso sincrético de los panteones del Bajo Eufrates, estos dioses son asimilados. La resolución religiosa para tal asimilación vendrá dada por reasignar el papel de Dumu ,  y  así queda plasmada en la representación cuneiforme «du5-mu»como la figura «infantil» de Ningišzida (BE XXX, 2,3 y VAS 26, vi 30). Como asimilado a Dumuzi,  y durante la III dinastía de Ur, 2112-2004 a.c., en la ciudad de Girzû, aparece como figura principal de las liturgias procesionales de la «Muerte-Renacimiento de  la Vida», también llamados los «Lamentos para la calle que ha caído en silencio»si bien esta relación con el reino de su abuela Ereškigal  le supondría, como «guzalû» o «detentor» , tener también el papel de guardián de los espíritus cautivos en el «Inframundo».

Figuración de la copa de Gudea. Aparece Ningišzida, para su adoración,  tras la apertura de su «giparû» o ćamara sagrada.

No cabe duda que la representación zoomorfa de Ningishzida en esta copa puede ser tomada como la más antigua representación de un «caduceus» como deriva griega de la entidad deifica mesopotámica, donde tomaría el papel del dios Asclepio, divinidad de la medicina.  Si bien habría que matizar que todos los dioses griegos disponían de similares simbolismos de poder,  por lo que se puede  afirmar que  tales cetros divinos mantienen una relación mitológica residual con el actual símbolo médico.  Lo que ya resulta mas sorprendente y estrambótico es que, y en relación a ésta supuesta deriva relacional con la medicina, se le intente dar un significado representativo,  como así pretenden tanto D. Icke como sus seguidores, de la doble hélice del ADN, así como con un supuesto conocimiento mesopotámico de «evolutivas manipulaciones genéticas» de la humanidad por parte de una antigua casta reinante de «reptiles siderales» en los albores de la civilización.

Mientras, dejamos de lado otras consideraciones más «mundanas» que no dejan de ser sorprendentes:

« Despiértate, despiértate, vístete de poder, oh brazo de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados. ¿No eres tú el que corto a Rahab, (ver Nahab del ciclo mitológico de Baal) y el que hirió al dragón (Leviatán) ? » Isaías 51:9. Biblia Reina Valera, 1960.

« El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nejhustán » 2 Reyes, 18:3. Biblia Reina Valera, 1960.

Referencias:

«Gudea’s temple building: The representation of the early Mesopotamian ruler in text and image» Claudia E. Suter (2000)

«Ningišzida’s boat-ride to Hades» in «Wisdom, gods and literature: Studys in Assyriology in honour of W.G. Lambert» Thorkild Jacobsen & Bendt Alster (2000)

«Gods, demons, and symbols of the ancient Mesopotamia: An illustrated dictionary» J. Black and A. Green (2003)

«A dictionary of ancient Near Eastern mythology» , Gwendolyn Leick, (2003)

6 pensamientos en “Los desvaríos de David Icke: La copa de Gudea.

  1. Pingback: Los desvaríos de Z. Sitchin: Los Anunnaki y los Igigi « Lampuzo

  2. He considerado adecuado acceder a tu blog, ya que veo que tienen un muy buen nivel de conocimiento de estos temas. De momento he leído este artículo, que considero muy interesante. Prometo volver para leer otros artículos y aportar un comentario más extenso.

    Felicidades por el blog.

  3. Gracias, estás en tu casa y, por supuesto espero, tus comentarios que estoy convencido que serán muy interesantes y aportadores.

    Saludos,

  4. El tema del origen de las religiones me parece muy interesante y, aunque no sepamos cuándo aparecieron los primeros sentimientos religiosos en los humanos,
    la Arquelogía nos muestra que hace más de 30.000 años los neanderthales ya enterraban a sus muertos. La diosa-madre serpiente neolítica es 2.000 años más antígua que la Copa de Gudea, bueno más o menos.
    Un saludo.
    p.d.: Es la primera vez que dejo un comentario, su blog es muy interesante, y Ud me parece un caballero. He leído algunas de sus respuestas

  5. Muchas gracias.., Lola, por los halagos 🙂
    Yo opino, como tu bien dices en relación a los enterramientos.., que en un primer momento se trataba de un afecto a los seres queridos muertos ó bien un respeto a los componentes del grupo que realizaban una aportación fundamental a la supervivencia. (Culto a los ancianos y similares …)

    Un saludo, y espero que no sea la última vez que haces un comentario. 😉

  6. ok… Buscar las fechas de datacion de la evolcion del hombre. y compararla con la construccion de las Piramides ultima fecha de datcion (2015) de las misma.

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