Apuntes sobre el Génesis. El Jardín del Eden.

El primero de los cinco libros de la Toráh o Pentateuco es el «Génesis». Etimológicamente su nombre nos llega del griego gene-sis (γένεσις) desde el siglo V a.c. , que pasó al latín durante el siglo I d.c. como «Genesis» y cuyo significado en castellano es «Generación».  Su nombre  hebreo es «B’reshit» , בְּרֵאשִׁית, y que puede ser  traducido como «En principio» o como «Primeramente». Ésta denominación proviene del primer verso del Génesis «B’reshit bara Elohim et ha’shamaim v’et ha’aretz», siendo el primer adverbio quien da nombre al texto. El término «Elohim» es un término semítico que  designa a los «seres divinos» y que a su vez deriva de «El»/»Il» – como concepto de «divinidad» y nombre de un  dios supremo de origen semítico-occidental,  creador del mundo a partir del caos primigenio- y donde la partícula «im» da  un valor de plural.-  el término   «Eloah/Eloha»  semítico-hebreo puede ser interpretado bien como un «lugar» o bien como  la esencia de una naturaleza de carácter divino (El término es comparable a los «me» mesopotámicos..) –

Representación  ugarítica del dios El. Siglo XIV a.c. aprox. National Museum of Irak

¿Hablaría la Biblia entonces de: «Primeramente crearon los dioses …» o, tal vez, «Primeramente ‘nacieron‘ – «bara», raíz «bar». que significa hijo en semítico los dioses de los Cielos y la Tierra«?

Ésta pregunta, que en un momento dado me plantee,  no deja de ser una anécdota que puede ser contestada como parte de un proceso henoteísta  que aconteció, de forma mas o menos generalizada,  aprox. durante el I milenio a.c. en la «Creciente Fértil». El fundamento teológico del henoteísmo se basa en que aunque se tenga constancia de la existencia de multitud de «entidades divinas», solamente una de entre ellas tiene la «presencia» suficiente para ser adorada, de tal manera que el resto de las «divinidades» acaban siendo consideradas como parte de la personalidad del dios principal. De ahí que el termino «Elohim» sea considerado en las traducciones mas adeptas como epónimo de «Dios», si bien en la biblia nazarea aparezca denominado como «YHWH elohim» o «YHWH entre los ha’elim»

« ¿Quién como tú, YHWH, entre los ha’elim? ¿Quién como tú, majestuoso en santidad, tremendo en esplendor, hacedor de prodigios?» Éxodo 15:11. Biblia Israelita Nazarea.

« …Ninurta es el  Marduk del azadón; Nergal es el  Marduk de la batalla; Zababa es el Marduk de la contienda;  Enlil es el Marduk de la majestad y del consejo;  Nabu es el Marduk auditor; Sin es el Marduk que ilumina la noche; Shamash es el Marduk de la Justicia; Adad es el Marduk de las lluvias… » Pasaje de himno a Marduk, (CT 24, 50, BM 47406, obverse) Periodo Neo-Babilónico. 1156-539 a.c.

Ya no nos cabe duda que numerosos párrafos del Génesis corresponden a una interpretación o a un conocimiento genérico de la Creación  en el antiguo Oriente Próximo. Así, por ejemplo,  Génesis 1:6-7 ,  nos hace una descripción de la división del primigenio  caos acuífero infinito, concepto en similitud a las  percepciones sobre la composición del  Universo de la  mitología mesopotámica, para constituir un Firmamento que da cabida a las estrellas y a las luminarias del día y de la noche..

« Elohim dijo: “Que haya un firmamento en medio de las aguas para que separe el agua del agua”. Elohim hizo el firmamento, y éste separó el agua que había bajo el firmamento del agua que había sobre el firmamento. Y así fue. » Génesis 1;6-7 Biblia Israelita Nazarea.

La diosa Madre hittita Hebat/Arinna. Siglo XV-XIII a.c.

Otro relato del Génesis que pudiera ser comparable en su interpretación es la creación del hombre y la mujer, ya que existen dos pasajes que referencian su creación tanto en el sexto día como a continuación del séptimo .  Durante el siglo II d.c., y como consecuencia de la detección de éstas y otras incongruencias en los textos del Antiguo Testamento , léase en nuestro caso Génesis 1:27 y Génesis 2: 21-22,  se desarrolló un proceso «reinterpretativo»  de los textos bíblicos dentro del «midrash rabínico» – nuevas interpretaciones bíblicas que incluso influyeron en las posteriores lecturas bíblicas cristianas – y cuyas conclusiones eran coincidentes, a su vez, con las aseveraciones de una «Cábala» hebrea fuertemente influencia por los antiguos textos mesopotámicos. Según ésta nueva lectura, en el sexto día, YHWH creó a un hombre, Adam y a una mujer iguales y a su semejanza. Ésta primera mujer,  que se cita también en Isaías 34:13-15, sería «Lilith/Lumia».  De ésta guisa, Lilith, «la que no conoce marido», el «pájaro de la noche», símbolo de lo «Improductivo» y lo dañino, – En definitiva, y dentro de las consideraciones culturales de la «Creciente Fértil», un «demonio» –,   daría cabida bíblica a una costumbre hebrea de colgar del cuello de los niños un amuleto con la representación de «tres entes angelicales» denominados  Senoy, Sansenoy y Semangelof  para proteger a los infantes de la primera esposa de Adam   -y que son comparables en su uso a los amuletos contra  demonios «lamashtu» mesopotámicos – Lo curioso de ésta nueva lectura del relato del Génesis es que dejaría a Lilith, como aparente protagonista  de la expulsión del Jardín del Eden, así como también de la  imagen de la «Aridez»   de la región donde la raza humana es expulsada por YHWH y sus colaterales efectos. 

Por el contrario, Eva, como participe del pasaje de la costilla, Génesis 2: 21-22, y cuyo relato esté posiblemente  basado en el mito mesopotámico de Enki y Ninhursag –  Mito donde el dios Enki cede una «dolorosa costilla» para crear a la diosa Ninti, «La que da la Vida» – , aparece como la «Jawah Viviente», Génesis 3:20,  o «la Madre de todos los que viven», dando presencia a la «Fertilidad» como contrapartida a Lilith. Así, la «Jawah/Hawwa» o «Hawwat» , en su forma semítica, coincidirá etimológicamente,  y en sus atributos,  con otras «diosas de la Fertilidad» del Oriente Próximo, caso de la diosa sirio-hurrita «Hebat»,  la eblaíta «Ha-a-ba-du», la «Ha-pa-tu/He-ba-tu» luvita o como «Hba-eni», » La Madre Heba», en los himnos órficos griegos al dios Dionisios.

Independientemente de tomar en consideración una interpretación u otra, lo que resulta evidente en el relato bíblico es la expulsión de la Humanidad del «Paraíso del Eden». Lugar, el Eden, que según nos describe el Antiguo Testamento , proveía al hombre de todas las necesidades para su sustento.

« A Adam le dijo (YHWH) : «Como hiciste lo que te dijo tu esposa y comiste del árbol (de la Sabiduría)  del que te ordené que no comieras, el suelo queda degradado por tu culpa; con duro trabajo comerás de él todos los días de tu vida; espinos y abrojos te producirá. Pero tu alimento serán las plantas del campo; con el sudor de tu frente te ganarás el pan hasta que vuelvas al suelo del que fuiste formado. Pues polvo eres y al polvo volverás«» Génesis 3: 17-19 Biblia Israelita Nazarea.

Durante decena de miles de años, la humanidad prácticamente careció de Historia, pero ya en el periodo Epipaleolítico, y  finalizada la última glaciación que elevaría la temperatura media en siete grados, grupos humanos comenzaron a introducir cambios relevantes en sus modos de vida como consecuencia de las variaciones climáticas en su biosfera. El  siguiente periodo, denominado Neolítico,  supuso para su economía una transformación radical. El hombre se convirtió en productor, llegando  finalmente a comprender a la Naturaleza y dejando de concebirse a sí mismo en  esencial comunión con ella, para contemplarse  como una especie superior e  investida del derecho incuestionable para someterla. Curiosamente éste hecho,  lejos de apaciguar su miedos hacia un pretérito entorno, muchas veces hostil,  lo que produce es un efecto contrario. El hombre  ahora se siente  mas indefenso, y esto es debido a que  es mas consciente de su debilidad frente al medio en que vive. Por lo que, y por aquel tiempo,  en Oriente Próximo aparecen los primeros santuarios en rogatoria a las fuerzas naturales de las que se solicita su indulgencia. De otro lado, y ya en el VII milenio a.c. , la igualdad y el concepto comunitario,  que había sido eje de las primeras sociedades neolíticas y anteriores, se diluye en manos de la  «especialización» y la creación de diferentes «castas», bien sean los ya consolidados grupos sacerdotales o bien las incipientes clases guerreras, que aparecen como salvaguardia  y protección  ante «espíritus» y «seres terrenales» que pueden hacer peligrar la supervivencia del asentamiento. y su cultura agrícola-ganadera de propiedad privada.

«Elohim los bendijo y les dijo: “Sean fecundos y multiplíquense, llenen la tierra y domínenla; y gobiernen a los peces del mar, a las aves del cielo, y a todo viviente que se arrastra por la tierra”. Elohim dijo: “Miren, yo les doy toda planta que da semilla sobre la tierra, y todo árbol que da fruta con semilla; estos les servirán de alimento. Y a todos los animales de la tierra, a todas las aves del cielo, y a todo lo que se arrastra por la tierra, en los que hay aliento de vida, [les doy] todas las plantas verdes por alimento”. Y así fue. » Génesis 1: 28-30 Biblia Israelita nazarea.

La pregunta sería: ¿Son mejores las sociedades agrícola-ganaderas que las sociedades cazadoras-recolectoras..? En un principio, siendo  como son el origen de nuestra actual sociedad,  parece evidente que las primeras, pero tal vez y quizá esto no sea así.

En realidad, la vida del ganadero o del agricultor no tiene porqué ser mejor que la del cazador-recolector, como así parece por los estudios realizados en sociedades primitivas actuales. Los pueblos cazadores y recolectores que cuentan con un entorno de recursos suficientes para su manutención dedican muy poco tiempo al trabajo, a diferencia de la dura labor de mantenimiento, protección y plantación/cría que supone mantener explotaciones ganaderas, agrícolas o mixtas.  Tal es así,  que las culturas anteriores al Neolítico posiblemente disfrutaran sus días dentro de un ocio casi interminable y  que dedicarían a otros menesteres mas reconfortantes para espíritu y cuerpo.

¿Porque entonces el hombre se hizo agricultor y ganadero, si no había ventajas aparentes sobre su modo de vida anterior..? La respuesta parece no ser sencilla. 

Lienzo del «Jardín del Eden». Jan Brueghel El Viejo. Siglo XVII d.c. Galleria Doria-Pamphili.

La primera de ellas, conocida como la «Teoría del Oasis» de V. G. Childe propone al cambio climático como motor de las transformaciones hacia las sociedades agrícolas y ganaderas. De acuerdo con su hipótesis, en el Oligoceno, hace unos doce mil años, se produjo en Oriente Próximo y Norte de África una intensa aridez. Hombres y animales salvajes confluyeron en zonas mas húmedas donde la supervivencia era mas fácil. Ésta convivencia impulsó la domesticación de animales y los primeros intentos en la consecución de una rudimentaria agricultura. Desgraciadamente estas suposiciones chocaron, con posterioridad, con la Paleoclimatología. Ésta ciencia indicó que la supuesta zona de origen del Neolítico sostenida por Childe, dispuso de un periodo mucho mas húmedo de lo que en un principio podría suponerse, por lo que , en un primer momento, desmontaba sus tesis.

R.B. Braidwood, trató posteriormente de actualizar «La Teoría del Oasis». Tras sus investigaciones en el yacimiento iraquí de Jarmo, Braidwood desechó las premisas de Childe, basando su modelo sobre la premisa única  de la existencia de zonas donde las especies autóctonas animales y vegetales eran  proclives a ser «domesticadas», formulando la «Teoría de las Zonas Nucleares», y  que se basaba en una evolución cultural a tales expensas. A igual que en el caso anterior, la teoría daba explicación de donde se inició y como, pero no contestaba el porqué.

En la década de los 70 del siglo pasado, ayer, L. Binford y K. Flannery, discípulos de Braidwood, recondujeron las teorías sobre el origen del Neolitico. Su modelo «Del Desequilibrio» sostiene que los cambios no se produjeron en las «Zonas Nucleares» , sino en zonas adyacentes a éstas. Esta hipótesis basa sus conceptualidades en la necesidad de optar por tales soluciones y no por sus supuestas ventajas.  Binford y Flannery sostienen que el proceso evolutivo cultural se inicia tras el Holoceno y en zonas colindantes a las que se beneficiaron de un clima mas húmedo tras la última glaciación. En un primer momento, éstas  zonas de privilegio fueron refugio para grupos humanos que practicarían una economía de depredación. Posteriormente y debido a  la abundancia de recursos se produjo un exceso de población que condujo a un fuerte desequilibrio en relación con los recursos disponibles que  llevó a la obligatoriedad de la emigración hacia zonas anexas, más pobres, a la población excedente. Los emigrados, ante la escasez comparativa de alimentos, que impedía sostener una sociedad de cazadores y recolectores, derivaron, por exigencia,  en sociedades productoras.  Las objeciones a tal hipótesis se atribuyen a que los yacimientos neolíticos encontrados no se asientan en regiones especialmente difíciles en sus condiciones proveedoras, así como tampoco existen indicios de presuntas emigraciones hacia las mismas.

Otras teorías, también de los 70, caso de N. Cohen,  y aunque parte de las ideas de Binford y Flannery, hablan de un concepto de «saturación» de zonas como consecuencia de la expansión humana. Así, progresivamente se fueron poblando las zonas que permitían mantener una economía depredadora, hasta que llegó un momento donde la imposibilidad de tales culturas, ante la ausencia de regiones proclives,  derivó hacia la creación de comunidades neolíticas.  J. Calvin, mediante su «Teoría ideológica»  hace referencia a determinados cambios en el pensamiento humano que llevaron a una economía productora y entre los que se incluirían «nuevos formatos sociales». Formatos sociales que se sustentarían en nuevas «percepciones psicológicas» inscritas en  la relación del hombre con el «hecho divino» y que fueron  fruto del auge de las clases sacerdotales.

Todas estas hipótesis han conseguido explicar parcialmente el auge Neolítico en diferentes partes del mundo, sin que ninguna de ellas haya conseguido dar un explicación consensuada de su conjunto. De todas maneras, y ante la duda, siempre nos queda la explicación que las Sagradas Escrituras y dentro de éstas la que, durante milenios,  nos ha  facilitado el Génesis.

Referencias:

«Breve historia del mundo. Las claves para entender la Historia del hombre» Luis E Iñigo Fernández (2011)

«Nociones de Prehistoria General» Jorge Juan Eiroa (2000)

www. blibliasonline.com

Imágenes:

http://www.factanddetalis.com

http://www.bliblescripture.com



3 pensamientos en “Apuntes sobre el Génesis. El Jardín del Eden.

  1. Hola Lampuzo. Me gustaría hacer un par de reflexiones acerca de algunos puntos tratados.

    Cabe señalar primero la consciencia que se tenía del dicho «la pluma es más fuerte que la espada», al menos ya en el perído henoteísta que mencionas…(y anteriormente también encontramos ejemplos con relatos exagerados de triunfos bélicos y procedencias divinas de diversos reyes)… a tenor de las malintencionadas proclamas hebreas en contra de los cultos populares cananeos, entre los que podemos añadir los referentes a la «prostitución sagrada», pero eso lo dejo para otro hilo… si bien no mencionas los ancestrales mitos de la creación sumerios, más hablas del caldo primigenio, de donde surge todo lo existente, dioses incluidos…como se puede leer en tablillas sumerias:

    «Cuando en lo alto, el cielo no había sido todavía
    creado, cuando en lo bajo, la tierra todavía no
    tenía nombre (…)
    mientras no habían aparecido todavía los dioses, y
    ninguno tenía nombre, ni estaba provisto de un
    destino, los dioses fueron creados de su seno.»

    Posteriormente a la creación de los dioses, y de que Enlil separase cielo y tierra, también recién creados, estos, cansados de las duras tareas sobre la tierra, deciden crear al hombre ( con Ea como promotora de la idea) para «…que haga el trabajo duro de los dioses». En una primera aproximación, deberíamos situar los orígenes de este relato, atendiendo a las consideraciones que haces acerca de la dureza de un modo de vida agrícola en comparación con la depredadora, ya en tiempos de la agricultura, y atendiendo también a un enfoque antropológico funcionalista del mito. No obstante, de suma relevancia para la compresión del mito es la posición de los reyes en todo esto, descendientes de los dioses, «…descender a la realeza de los cielos», que en primera instancia se establecen en Eridu, donde precisamente encontramos los restos arqueológicos sumerios más antiguos hasta la fecha. Así, el trabajo se convierte en el propósito de todo hombre, pues para realizarlo ha sido creado por los dioses, (con el propio sacrificio de su vida, costilla, etc…según el mito, pero siempre algo dan a cambio XD…interesante en este punto es el mito de los kerubim, kerub, como agentes de la creación según el mito de los ancestros de medas y persas, y la autocomplaciente reafirmación de la procedencia divina de la realeza, basándose en este mito, que supunían las diferentes representaciones de toros alados androcéfalos como referencia a este parentesco, y, decía interesante mito, pues recoge un curioso modismo del pecado cainita como catalizador de la creación, pues, Ormuz, dios supremo (también conocido como Ahura-Mazda), crea un toro primordial llamado Abudad, momento en que aparece el hermano del dios supremo, Arimän, para matar al toro y evitar toda creación…(reyes buenos y reyes malos; los buenos hacen que su pueblo trabaje y prospere, que será base de parte de la «moral» zoroastrista persa posterior, …mazdeísmo…), pero interviene Demiurgo que de la paletilla del toro crea al primer hombre Kaiomorts y después de la otra pata el propio Ormuz crea el resto de especies (cabe notar aquí un cierto enfoque evolucionista…sin duda eran conscientes del parecido entre muchas especies animales y tal vez por ello el mito habla de «…Ormuz crea a Gochorum, el alma del toro primordial, destinado a ser la base de todas las especies zoológicas. De su esperma, purificado, da vida a dos toros, macho y hembra, de la que salieron las 272 especies de animales conocidas en aquella época, tras las correspondientes metamorfosis o transmutaciones.»…8-O…caldo primordial…evolución…¡pero si ya lo sabían todo!!!…XD… y sin enrrollarme más en este punto, agregar que este mito fué reinterpretado posteriormente en el libro del Avesta solo que con la participación de Mitra, «Deus Sol Invictus», como dios que, al contrario que el mito antes mencionado, obedeciendo órdenes de Ormuz, arrepentido de crear al toro primordial que estaba generando el caos (¿?), mata al toro de cuya sangre brotan todas las especies…el mito ¿se contradice aquí? pues ¿que caos se puede generar en la nada?, …tal vez hable de las molestias que generaba en la pacífica convivencia del panteón relegado a la tierra…lástima que Alejandro arrasase «La Apadana» en Persépolis…este mito, como el sumerio de la creación, responden a una base religiosa que, al igual que el henoteísmo, tal vez haya podido pervertir un potencial significado «funcionalista» del mismo, dejando a las escrituras como herramientas propagandísticas con poco valor para estas mis intenciones concretas…).

    No obstante, volviendo al mito sumerio de la creación, algunos investigadores afirman que proviene de la región de Chat-al-arab, en la baja sumeria, dada la peculiaridad del lugar en el que se puede observar como al alba, se hacen indistingibles cielo y tierra, dadas las brumas que ocultan el horizonte y que además se ven reflejadas en grandes charcos de agua dulce filtrada de los suelos pantanosos del lugar, formando playas limosas que otorgan al conjunto un aspecto de «caos líquido» que correspondería con el caldo primordial…pero del mismo modo se me ocurre que el simple conocimiento experimental de los espejismos podrían haber inspirado la idea de dicho caldo…no se que crédito le puedes dar a esto, pero yo me inclino a pensar en motivaciones mucho más mundanas como la manipulación para conseguir el control de las gentes y poder organizar los cada vez más extensos cultivos…

    El otro punto al que quería hacer referencia es a la insinuación de que tal vez se viva mejor en una economía de depredación que en una agrícola y esto pueda servir de trampolín para justificar la existencia del mito del jardín del Edén, o lo que es lo mismo, del trabajo como castigo: a todo se acostumbra uno. Si aceptamos la base antropológica que supone que los cambios responden a nuevas necesidades, y despreciaremos el azar por el momento, tal vez el tránsito de un modo de vida a otro, que imagino paulatino, pudiese resultar incómodo, pero dudo mucho de que este fuese el sentir de gentes que, de principìo depredadoras, con vidas «incómodas» de por sí, probablemente observasen sus primeros «apaños» agrícolas con curiosidad o como una forma más de depredación. No creo que podamos realizar esa comparación en estos términos, pues la consciencia de los pueblos intervinientes en los mismos procesos agrícolas nos es desconocida, pero en todo caso debería ser suya la apreciación de que se vivía mejor en tiempos de depredación que agrícolas, para que el mito encontrase acomodo en sus pensamientos, y no nuestra apreciación, y aún siendo suya, tal vez tuviese el suficiente arraigo para generar el mito, pero la imagino más bien como algo pasajero a lo que no diesen la mayor importancia…pues, ¡había trabajo que hacer!, XD. De lo que no me cabe duda es que la agricultura trajo consigo, probablemente, hambrunas desconocidas hasta la época (me refiero en magnitud de afectados, claro está…probablemente como apuntas, la presión demográfica impulsaba a duras migraciones que apartaban a los migradores de sus costumbres, inválidas en sus nuevos entornos) aparte de los beneficios de sobra conocidos.

    Saludos nuevamente, agradeciendo la atención que has dedicado a todos mis comentarios.

  2. Hola Tru,

    Primero, si me permites corregirte decirte que el Enuma Elish no es un texto sumerio, es un texto amorrito-babilónico, escrito en acadio. .

    Como texto inspirado por semitas posee diferentes incorporaciones de las creencias de la soberanía amorrita en el poder, Tiamat es un ejemplo de ello. Tiamat, en las características reflejadas en el Enuma Elish, forma parte de la mitología de los semitas occidentales al tratarse de un «ente» vinculado con el mar

    En el ámbito de los semitas orientales, caso de los acadios, estaría vinculado con la Montaña y sería asimilable a la gran serpiente Illuyanka del ciclo mitológico hurrito-hittita de Teshub o como Labbú en el ciclo mitológico de Eshnunna-Tishpak.

    Tiamat, conocida por el hebreos como Tannin o Leviatán, aparece el ciclo mitológico ugarítico de Baal como el primogénito del dios semítico El, el juez Nahar o Yam que es derrotado por Baal, el todopoderoso. El origen semítico de ésta criatura se puede soportar en el hecho de la misma descripción de la creación del mundo como «acuerdo entre los dioses» que concluye con el sacrificio de Tiamat dividiéndola den dos partes, El Cielo y la Tierra. Este tipo de sacrificios que corroboran un «tratado»son típicos de las culturas semitas y se denominan «sacrificios karat b’brit», apareciendo incluso en los textos bíblicos.

    No dudo, porque además la conozco, de tu explicación en referencia a Chat-el- Arab, pero nunca se ha de obviar la perspectiva temporal al valorar éstos relatos, pues puede que exista un lapso de dos milenios entre unos y otros protagonistas. Si bien todo está basado en un «control social» como tu bien dices.

    En principio la misma Biblia no sugiere la afirmación que se trata de un castigo fruto de la intención humana de adquirir un conocimiento divino. Conocimiento al que no debemos dar una perspectiva actual, siendo posible de valorar de forma mas «básica», por decirlo de alguna manera, y que podríamos enmarcar, siendo una conjetura, dentro de los incipientes conocimientos en agricultura y ganadería. De todas formas al tratarse de una «amalgama» de creencias reinterpretadas y remezcladas, las conclusiones siempre son aventuradas, yo me limito a exponer unas conjeturas para que puedan ser debatidas.

    Como nota final, y como origen de los sumerios y su mitología, yo no dejaría de lado el Golfo Pérsico y las culturas de Mohenjo-Daro. La similitud de dos de los tres dioses principales de ambas mitologías resultan, cuando menos, sorprendente, y que pudieran estar refrendadas en diversos mitos y textos épicos sumerias..No hay nunca que olvidar que la primitiva escritura sumeria, en caso de los relatos épicos, tiene su origen en una «constatación contable» de las cosas y que implicaría, posiblemente, una aceptable «veracidad» a la hora de utilizarla como recordatorio histórico.

    Un saludo,

  3. Me he saltado, Tru, mis disculpas, una importante apreciación tuya y paso a darle complemento:

    El mito mesopotámico de la creación del hombre, y digo mesopotámico porque me parece mas global en el tiempo, explica el origen del hombre y su situación en una estructura social vinculada en exclusividad primeramente al templo y posteriormente al templo y al palacio. En definitiva podría considerarse la «raíz primigenia» donde se basaban el resto de los rituales templarios en las ciudades-estado teocráticas sumerias. Rituales templarios que tenían un fuerte componente organizativo en lo económico y de los cuales dependía el sustento de los habitantes del asentamiento.

    De esta guisa, el mito expone porque el hombre debe estar al servicio de la casta sacerdotal como «administradora» de los bienes divinos. Unos «bienes divinos» que constituyen la práctica totalidad de las tierras cultivables, así como de las cabezas de ganado y productos artesanos. Éste texto. facilita una explicación de la ubicuidad del hombre dentro del orden divino que era la Naturaleza y cuya integración consistía en la obligación de un servicio económico, sin solución y sin defecto, a los dioses ante el severo castigo en su incumplimiento. En resumen, da soporte a una situación social de «esclavitud» en beneficio de la élite templaria.

    Con la necesaria creación de la milicia, debido al incremento de los conflictos entre ciudades, aparece la figura, en un principio temporal, de un «general o «Ensi».. Éste nueva «casta social» se establecería en el poder, pero en ningún momento irá en contra de la organización económica y social de la teocracias anteriormente establecidas , si no que exclusivamente querrá ser participe de sus excelsos beneficios. Se crea, por tanto, una «necesidad explicativa de origen divino» para incorporarlos a la cúpula del poder.. ¿Y donde ésta el origen de la sociedad sumeria como primera ciudad establecida…? En la ciudad de Eridu, residencia del primigenio dios En.ki. De ahí que en el inicio de las listas reales sumerias aparezca el texto «Y la realeza descendió de los Cielos y se estableció en Eridu…»

    Ciudad de Eridu y dios En.ki, que de igual manera fueron utilizados para el encumbramiento al panteón mesopotámico del «novedoso» dios solar Marduk babilónico, un dios solar de origen semítico, también conocido como «El joven novillo del Sol».

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