Un kudurru es fundamentalmente un acta de dádiva de tierras por parte de la soberanía kassita de Babilonia a determinados súbditos que realizaron servicios relevantes al país o bien a religiosos o a los templos. En la estricta etimología acadia del termino tuvo un significado de » límite» , «frontera» e incluso podría definirse como «territorio» . Los kudurreti, plural del término en esa misma lengua, designan a estelas de piedra, comúnmente realizadas en diorita, y de genérica forma ovoidal. Estos documentos legales tenían su archivo en el templo, a la vez que se le entregaba una copia al futuro propietario. En su estructura léxica y figurativa, los kudurreti están divididos en su generalidad en dos partes o caras – en el caso de la izquierda en superior/inferior – : Una cara donde solían estar esculpidas la imagen en bajorrelieve del soberano que concede la dádiva junto con la representación, o la simbología, de los dioses que participaban en la cesión como garantes del traspaso del bien. En un segundo término, encontramos una extensa inscripción donde se facilita el nombre del beneficiario, la situación exacta de los terrenos donados, su extensión y sus limitaciones, así como la lista de exenciones y privilegios inherentes al hecho propietario. que , a su vez, está rematado por diferentes maldiciones y que estan dirigidas a aquel que un futuro pudiera atentar tanto contra de la mencionada copia como contra su especificaciones contractuales. Estas estelas o Neru, con funciones y forma de los actuales mojones y de los que se conocen alrededor de ciento cincuenta, surgen a mediados de la época kassita babilónica, si bien no son exclusivos de ella, ya que se continuaron utilizando durante el periodo dinástico posterior e incluso en la época neo-asiria, estimándose su uso entre los años 1450 y 550 a.c.
Aunque estas piezas no son una imponente exposición de las artes kassitas, si nos proporcionan, ante su exclusividad, un excelente transmisor de muchos de los rasgos culturales afectos a su dominio, comprendiendo aspectos tales como la legalidad, la agrimensura y sus valores de medidas, matemáticas, así como de la simbología o representación, que es el tema que vamos a tratar, de las divinidades mesopotámicas durante el citado periodo, al igual que otros aspectos históricos.
«… Tal queda reflejado que si en venideros días, con respecto a futuros hombres, ya sea un comisario, o un gobernador, o un mandatario, u otro cualquiera, o cualquiera de sus hijos, el cual hiciera acto de atentado y con respecto a este terreno, reclamara o instruyera un reclamación, o dijera: «El terreno no fue legalizado», o cambiara la piedra de ubicación o la lanzara al agua o al fuego o la quebrara con una piedra, o por cualquiera de esa causas peligrara (su integridad..) y comportándose como un loco, o un sordo, o un ciego, la tomara y la colocara en un sitio donde no sea vista. Ese hombre quien intenta llevarse el terreno, ¡Podría Anum, el dios de Babilonia, tratarle como a un enemigo! ¡Podría En-lil, el señor de todas las cosas, infringirle castigo! ¡Podría Ea, el creador del hombre, darle un demoníaco futuro! ¡Podría Shamash, el juez de los Cielos y la Tierra, destruir su nombre! ¡Podría Marduk, líder de los dioses, mandar demonios en su persecución!,
(continúa el texto haciendo referencia al resto de los dioses que aparecen como garantes en similares términos…)
¡Pudiera ser que todos los dioses cuyos nombres son mencionados en esta piedra causen a él sinsabores que no puedan ser olvidados! ¡Pudiera ser que ellos le constataran que la vida no es sólo un día! ¡Pudiera ser que ellos le dejaran sin nombre y que su grano no madure. Días de sequía, años de hambre. Pudiera ser que ellos le enviaran todo esto, al que antes era dios, rey, señor o príncipe. Pudiera ser que sus lamentos fueran continuos y pudiera ser que tuviera un demoníaco final.» Extracto de las maldiciones finales del kudurru de la cesión de Meli-Shipak II, dinastía kassita de Babilonia, a Khasardu, hijo de Sume. Sippar, siglo XII a.c. British Museum.
En éste kudurru, ver izquierda y observando su estructura representativa que conforman las divinidades garantes del contrato, es un fiel reflejo de la jerarquía divina y cultural que imperaba en la Babilonia kassita, y que es fruto de la evolución de las creencias mesopotámicas durante ese periodo. Así, en su plano superior, aparece la trinidad semitico-amorrita, y que advierten de las creencias de, por aquel entonces, clase dirigente del país: (De izquierda a derecha…) Sin, Ishtar y Shamash, representados por sus símbolos astrales: La «Luna Creciente», la «Estrella de ocho puntas», el planeta Venus, y el Sol – dibujado como una estrella de cuatro puntas a las que se unen otras cuatro flamígeras, englobado todo en el círculo solar -. A continuación aparecer la tétrada suprema de la cultura sumerio-acadia: Anum, Enlil, Enki y Ninhursag, cuya simbología, en los dos primeros, es el «tocado de ocho cuernos» sobre la «Casa del Cielo», o bien sobre un altar, – Si bien no se pueda apreciar una clara distinción, existe dos conceptos el «Cielo Superior», que correspondería al reino de Anum, y el «Cielo Medio», correspondiente a la soberanía de Enlil – ; La «Cabeza de Carnero» sobre la «Casa del Apsu», o posiblemente un altar, en el caso de Enki y que se acompaña de su símbolo fantástico, la «cabra-pez», y por último, la vagina sobre la «Casa de la Tierra» para representar a Ninhursag, la «Diosa Madre» .
En un plano inferior son esculpidos los dioses Nergal, Zababa y Ninurta, que conforman la triada de dioses de la guerra y la batalla – representando la protección del orden en el mundo -, que en éste bajorrelive vienen figurados por tridentes o mazas, y que se acompañan de sus representaciones animales: El «tridente o cetro de doble cabeza de león» y a su pie el símbolo del león alado sedente, en el caso de Nergal – esposo de Ereshkigal, diosa de los infiernos – ; Una «maza de cabeza de rapaz» y un ave aguileña para Zababa – Dios guerrero, esposo de Ishtar que recoge sus atribuciones bélicas. Situar dentro un ámbito acadio o hurrita -, y por último, una «maza con cabeza de pantera» y la postrada pantera alada en el caso de Ninurta, antiguo «dios de las artes de la caza» sumerio.
En el siguiente recuadro están los dioses patronales y protectores de Babilonia: Marduk, Nabu, los dos primeros aparecen sobre la «Casa del mundo», – si bien en el caso de Marduk, aquí aparece con el símbolo de la lanza, como regente supremo, y su hijo Nabu con un tablilla y un marcador, como dios de los escribas y como auditor del mundo – junto a ellos su pareja representación fabulosa: El dragón cornudo con cola de aguijón; A continuación aparece la cara humanizada de la diosa Gula, diosa de la medicina – es posible que represente a la dinastía amorrita de Hammurabi, «el hijo del sanador» -, junto con el perro, su símbolo zoológico.
En el cuarto grupo de la jerarquía aparecen los que pudieran ser un conjunto de dioses «lares» ó dioses benefactores para la propiedad : Adad, Shala, Nusku, Ningirsu, Papsukkal y Suqamuna y Shumaliya – Estos dos últimos son dioses, en éste caso, de los cultivos específicamente kassitas y que entendemos están reflejados por un sólo ave sobre un alto de madera. Tienen otra significación como «investidores de los reyes kassitas» – ; Adad/Haddu/ Haddad, o un sosias, Dios de la Tormentas y héroe mitológico – entender tormenta, en este caso, como la refrescante torrencial lluvia. Inicialmente de procedencia sirio-anatólica – se simboliza, en este kudurru, como el «resplandor del relámpago/ rayo» sobre un altar, acompañado por un becerro – sinónimo de Fecundidad y fuerza asculina -; Shala/Šala, parera de Adad, diosa de los cultivos de cereales de inicial tradición sirio-amorrea, aparece como un una «Espiga de Cebada», se acompaña de un carnero postrado; Nusku/Nushku, dios del fuego, e intercesor ante los dioses supremos, representado por un candil; Ningirsu, figurado como un arado, – como dios de la agricultura sumerio-acadio y valedor ante los dioses en la consecución de buenas cosechas – ; Papsukkal representado por un pájaro que camina, – Aparece sobre la alegoría de Ningirsu. Dios intercesor ante los dioses de carácter kassita (suponemos que con la mismas funciones que Ningirsu y por esa posible razón aparezcan juntos (¿?) – y por último, los antes mencionados, el dios Suqamuna y la diosa Shumaliya o Shumalia.
En el quinto recuadro aparecen los divinidades del Inframundo o de las Profundidades de la Tierra: Ningishzida, un dios/a desconocido/a – figurado en una concha marina (¿?) sobre un altar – y a continuación Ishara/Ishhara (¿?) . Ningishzida, «Señor del Verdadero Árbol», en su fundamento protector de sus raíces – Antiguo valedor de las puertas del «Reino de los Cielos» junto a Dumuzi/d y que aquí puede tener un papel de «guardián» de los espíritus del «Mas Allá – , representado por una extensa serpiente cornuda que alguna veces es tallada con rasgos humanoides e Ishhara, representada por un escorpión, – diosa de origen posiblemente hurrita, con volubles aspectos. Posiblemente aquí esté reflejada como «diosa de lo que está escrito o jurado» con implicaciones sobre las conjuraciones mágicas hacia los espíritus y demonios, con aspectos punitivos –
En la derecha, el kudurru de Gula-eresh, cesión del rey Eanna-shum-iddina, 1125-1100 a.c. aprox., los motivos y divinidades representadas tienen ligeras diferencias. Aparece la serpiente de Ningishzida rodeando el conjunto, por la izquierda, aparece una pequeña diferenciación en las tiaras de Anum y Enlil, así como otra de las representaciones zoológicas de Enki, la tortuga. Ninhursag, Nabu o Ninurta (¿?), figurado como la tablilla y el grabador, en un grupo de ocho representaciones del panteón supremo mesopotámico de «El País del Mar»- éste territorio mesopotámico del sur comprende las ciudades costeras del Golfo Pérsico y aledaños. Se desgajó del reino amorreo-babilónico en los tiempos de Iluma-ilum I, primer supuesto rey de la dinastía, en el siglo XVIII-XVII a.c.-
A la derecha, la escritura de un traspaso de tierras por matrimonio en Sippar durante el reinado de Nabu-mukin-appli, 978-943 a.c. aprox. Aparecen en los dos primeros recuadros la estructura clásica del panteón supremo kassita – si bien Enki aparece figurado como una tortuga – y los dioses patronales de Babilonia, que ya conocemos. Sin embargo en la tercera partición aparece la diosa Gula en su figura humana, Nuskhu, Suqamuna/Shumaliya, así como el símbolo de una flecha- tal vez en referencia Ninurta/Ninib – En el siguiente escalón aparecen Nergal, Zababa, Adad y el dios Papsukkal/Ninsubur – el mensajero de los dioses – e Ishhara. Ningishzida flanquea el cuadro por la derecha. Es de notar que la estructura da más preferencia en el panteón a los dioses protectores y benéficos que a los «mantenedores del orden» que aparecen dentro del cuadro final.
Nota sobre el texto:
Si bien la traducción literal de los textos cuneiformes y las representaciones de determinadas deidades caso de Shala, Adad ó Išhara, nos direccionan a divinidades ya existentes durante el periodo paleo-babilónico, no es menos cierto que posiblemente éstas deidades sean figuraciones pretéritas para las establecidas, en ese momento en Babilonia, deidades kassitas siendo aquí asimiladas (significar que el panteón kassita tiene fuertes influencias indoeuropeas y/o hurritas…). Siendo esto así, tal vez Adad pudiera ser Buriash o bien Gidar , esposo de la Shala/Hala kassita o como en el caso del indeterminado dios/a figurado por una concha sobre un altar, que, aunque la precaución nos lleve a no definirlo, bien pudiera ser el kassita Indash (nombre sánscrito del dios Indra) y que modificaría las nomenclaturas de cuarto grupo de representaciones del kudurru de Meli-Shipak II de tal manera que el mencionado Nušku pasaría a ser Papsukkal, con lo que se escindiría la representación de Suqamuna y Shimalia, obviando a Ningirsu.
Anexo: Me gustaría añadir para cualquier lector ávido de exotismos, que estas representaciones, desgraciadamente para los que su incontenible imaginación les lleva por caminos insondables, no son más que documentos, como ya se ha dicho, del asentamiento de un cambio propietario en unos terrenos. El hecho que aparezcan representaciones deificas en su diversas formas: Simbólicas, humanas y humanoides, astrales o zoológicas , y que tienen una función claramente especificada en el texto, no supone, ni por aproximación, que se trate de un excelso catálogo de figuraciones astrológicas, tal y como algunos afirman, ni tampoco las corroboración de unos supuestos conocimientos astronómicos. Se debe a un hecho que desgraciadamente persiste en la sociedad actual , en mayor o menor medida, y cuya utilidad fue harto imitada en los templos cristianos hasta bien entrado el siglo XX de nuestra era: Explicar su función, mediante iconografía, a quién no sabía leer.
Referencias y textos:
«Mesopotamia» Georges Roux (1993)
«Babilonian boundary stones and memorial tablets» edited by L.W. King (1912)
«Kudurru of king Melishipak II» http://www.louvre.fr
«Kudurru of king Eanna-shum-iddina» http://www.britishmuseum.org
«Kudurru of the marriagement» http://www.britishmuseum.org
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