Los hittitas (orígenes, reino antiguo e imperio medio)

Relieve hittita (Museo de las civilizaciones anatólicas, Ankara) Photo by Dick Osseman

Según las tesis de la arqueóloga M. Gimbutas, el contexto original de los indoeuropeos, y por tanto de los hititas, se situaría en la llamada “Cultura de los Kurganes”, – “Kurgan” en ruso, denomina a los túmulos funerarios encontrados en el norte del mar Caspio (Rusia meridional) –, zona de donde partirían y cuyo nexo serían determinadas culturas materiales, el caballo y  el uso de una lengua que es una variante del indoeuropeo llamado común.

Nota:Aunque no puede ponerse en duda parte de la sugerida procedencia en el caso de determinados componentes de esos grupos, se debe considerar como insostenible ese exclusivo origen y por tanto, que se produjera una masiva expansión migratoria. En el caso de los territorios comprendidos entre el Báltico y el Mar Negro, la tendencia actual de las ideas nos direccionan hacia un desarrollo entre grupos interrelacionados por unas mismas circunstancias vitales bajo un entorno lingüístico semejante y que a comienzos del cuarto milenio se extendieron a la periférica de las civilizaciones de Asia Menor, encontrando, como así parecen atestiguar los indicios en la Anatolia, culturas con una base lingüística similar.” (T.G.E. Powell)

Ésta cultura se expandió en tres grandes oleadas entre el V y el III milenio: La primera convergió, año 4400-4200 a.c.,  con la antigua civilización del Danubio. La segunda divida en dos frentes: El primero, entre el año 3500-3000 a.c.,  penetró en la zona transcaucásica de Ariyana o «Tierra de los Nobles», actual Irán, y parte de Anatolia; Y la segunda, año 3400-3200 a.c.,  se dirigió hace Europa central. La tercera de éstas migraciones, entre el año 3000 y el 2800 a.c.,  incidió principalmente en el Egeo y el Adriático. Es por tanto, y según Gimbutas, que sería la segunda proyección de estas culturas la que habría llevado elementos indoeuropeos a la península anatólica – aunque como sugiere Powell este proceso bien pudiera ser una “sobre-implantación” de corrientes indoeuropeas, bien procedentes de los Balcanes y Grecia continental o bien desde el Cáucaso a través de las Pónticas – . Si bien en el caso hitita existen matices “orientalizantes” que invitan a reconocer su origen en el mar Caspio-Negro  y cuyo ejemplo podría estar  reflejado en las plegarías del rey hittita Mutawatalli II:  (Refiriéndose al dios Teššub..)  ¡Tú subes, dios Sol celestial, desde el mar y te sitúas en el cielo..!

Hacia la segunda mitad del III milenio a.c., y con anterioridad a la llegada de los hittitas , van apareciendo en la zona nor-oriental anatólica y Pontos un conjunto de centros urbanos en los que se consolidan regímenes feudales de refinada civilización – Léase Kültepe/Kaneš-Neša, Alisar, Alaca y Çatal Hüyük,  y acular –, con una lengua con probables conexiones caucásicas y un consolidado bagaje religioso: La «Cultura Hática». Entre los nuevos invasores indoeuropeos y la población hática se producirá una simbiosis cultural,  si bien es cierto que aunque la lengua secular que se impuso fuera el dialecto hablado en Kültepe , y denominado «nesita» o «hittita»,  el “hático” se erigió en el ámbito religioso – Del término “attili”, «decir algo» en lengua hática, derivaría el nombre con que se conocería al posterior imperio: El «País de atti”-.  De facto, y debido al carácter pragmático de estos pueblos, los hittitas aceptaron gran parte de las creencias háticas, hasta el punto que uno de los dioses más importantes del panteón hittita, Telipinu, tiene esa procedencia, así como el principal mito de “La Luna que Cayó del Cielo”.

Apuntado lo anterior, está comúnmente aceptado dividir la historia del país de atti,  y que aproximadamente discurrió entre el siglo XX y finales del siglo VIII a.c.,  en cinco periodos:  La «Época Colonial Asiria»; El «Reino Antiguo»; El «Imperio Medio» o  «Comienzos del Imperio»; El «Gran Imperio» o «Imperio Nuevo» ; y los reinos neo-hittitas.

«Todas las tierras, desde la ciudad de Zalpuwa hacia en interior, desde el mar, se habían alzado. Antaño, Una, rey de la ciudad de Zalpuwa, se había llevado desde la ciudad de Neša a la ciudad de Zalpuwa a nuestro dios Šiu, pero después yo, Anitta, el gran rey, he traído de nuevo de la ciudad de Zalpuwa a la de Neša a nuestro dios Šiu. Y traje vivo a la ciudad de Neša a uzziya, el rey de la ciudad de Zalpuwa. Mas el rey de la ciudad de attuša se le había unido y lo había dejado » Pasaje de la “Proclamación de Anitta”, CTH-1.  Siglos XVI a.c. – XIII a.c. , según las copias.

Con el establecimiento de los asirios en los siglos XX al XVIII a.c. en los altiplanos de los anatólicos montes Tauro – Según nos relatan “las tablillas capadocias” de la época de Erishum I de Asiria, 1940-1901 a.c., de Hammurabi, 1792-1750 a.c., y del reino anitta, siglo XVII a.c. -,  se establecen una serie de centros y agencias comerciales, denominados en asirio “karum”, con sede central en Kaneš-Neša y que a su vez controlaba otras agencias en attuš(a), Purušattum/Purušanda, Kuššar(a) y Zalpuwa/Zalpa, – Ésta última en la desembocadura, del Kizil-Irmak en el Mar Negro, cerca de la actual ciudad de Bafra. De ellas, posiblemente, el mas importante enclave fuera Purušḥanda, ya que es a su regente al que, únicamente, los textos asirios denominan como “Gran Príncipe” -. En ésta época, el nor-este de Anatolia  era un mosaico de pequeños principados independientes encabezados por ciudades amuralladas y cuya relación vecinal era tormentosa. Ésta situación llegará a su fin cuando en el siglo XVII a.c. toma el poder hegemónico los príncipes kussaritas –Pitana y Anitta. Hechos recogidos en la “Proclamación de Anitta” (CTH 1). Kuššar(a), y según la fuentes, estaría situada cerca de la actual ciudad de Sar o bien en Dvirigi – que conquistan y establecen su capital en la ciudad de Kültepe – Kültepe, conquistada por Pitana, es el nombre asirio de la ciudad de nombre hático Neša. Su nombre actual es Kayseri – , sometiendo a un eficaz régimen de vasallaje al resto de los territorios anexionados  – El sistema de vasallaje será harto utilizado durante el transcurso del imperio hittita –, caso de las conquistas de Anitta y que son mencionadas en los citados textos. Según tales referencias, parece ser que el rey del “País de atti” prestó su apoyo a los adversarios del hijo de Pitana, receloso ante la ascensión de la dinastía de Kuššar(a).

Dado el progresivo afianzamiento de poderío de Anitta tras varias campañas  y donde se incluye la sumisión de la ciudad de Zalpa, Piyušti de atti y uzziya de Zalpa vuelven a intentar disputarle la supremacía, pero el “Señor de Kuššar(a)” logra vencerlos, pacificando una zona que se extenderá desde el Mar Negro hasta el río Maraššantiya – El río Halis de las fuentes clásicas, el actual Ktztl Irmak o “Río Rojo”, y cuyo arco delimitará en el II milenio a.c. el núcleo del Imperio Hittita – . Con la rendición de attuš(a) por desgaste y tras el éxito de un último asalto nocturno, la enconada resistencia de la capital del “País de atti” tiene como consecuencia su devastación, “purificación” y siembra de malas hierbas por orden del hijo del rey Pḥitana de la ciudad– El acto de la “Purificación” es un suceso harto referenciado en los textos hittitas, consistiendo en “sacralizar” un lugar de forma que ni pueda ser hollado y menos repoblado-, si bien hemos de recordar que con el tiempo resurgió como capital de la regencia y del estado hittita. 

Toda éste proceso de conquistas kussaritas viene auspiciado por el progresivo abandono de sus intereses en Anatolia por parte de los asirios, como consecuencia de la presión babilónica y su resurgimiento como potencia,  llevando a la región a un periodo de decadencia que es aprovechado por la dinastía nesita . Tal es así, que Anitta aprovecha la debilidad de otro karum asirio, Šalatiwara, para posteriormente extenderse hacia el sur del Halis y, tras su nuevo triunfo, forzar el avasallamiento del antiguo aliado asirio, el príncipe de Purušattum.  Tras éste final sometimiento, entramos en lo que viene a denominarse como «Época Oscura» de la región superior del Halis – Que podríamos llamar un «inpass» administrativo ante el abandono asirio y la construcción del estado en ciernes – , como consecuencia de la interrupción de la información y los anales escritos durante aproximadamente un siglo.

« Así habla el Tabarna attušili, gran rey, rey de la tierra de atti, hombre de la ciudad de Kuššar; reinó sobre la tierra de atti, hijo del hermano de la Tawananna. » Comienzo de la versión hittita de las «Hazañas de attušili I», CTH 4, Siglo XIII  a.c. para copia de un pretérito texto.

Durante éste citado siglo y así parecen dictar los niveles arqueológicos de la época, la «Época Oscura» fue un periodo de descomposición y retroceso hacia el «statu quo» anterior al hacer de la dinastía de Kuššar(a). De hecho, es la regencia del «País de atti» quien retoma la motivación unificadora emprendida por los príncipes kussaritas. El primer soberano contrastado y aceptado, del ya podemos denominar «Reino Antiguo» (desde alrededor del año 1680 al 1450 a.c.), es Labarna I  – Término supuestamente hático y que viene a significar «soberano». Para la existencia de un posible soberano anterior y denominado Tudḥaliya, ver Forlanni (1995) – , y que se titulará como continuador de la dinastía aníttica, manteniéndola, aunque fuera nominalmente, al tomar la dignidad de “Hombre de Kussar(a)” y que heredarán los soberanos posteriores. Si bien la existencia histórica de Labarna I es controvertida – De hecho,  fue asimilado a attušili I  dado que «Labarna/Tabarna» pasó a ser símbolo y título de la realeza hittita de attuš(a) –, aunque aparezca en las relación soberana del «Edicto de Telipinu» (CTH 19) y ésta, a su vez, parezca corroborada por el «sello cruciforme» de Bogazköy (Dinçol et al, 1993), podríamos datar su reinado entre el año 1680-1650 a.c. y sus conquistas situarlas al norte de los Montes Tauro, desde Tiana a la actual ciudad de Konya, no obstante valorando que la información que se posee de su reinado es escasa.

Un aspecto crítico para entender la convulsa historia de la regencia hittita a lo largo de la historia, y que será una de las probables fundamentales causas de la endémica inestabilidad del estado, es la procedencia y los atributos del conjunto de la familia real. Por encima, incluso, de otras principales dinastías reinantes de la época, los reyes de atti tienen un excelso papel como sumos sacerdotes de la aglutinante religión hittita – De hecho, si cabe, por encima de sus obligaciones militares, como así lo atestigua el extremo que Muršili II dejará el campo de batalla para atender las festividades de la diosa Lelwani en attuša (Ardziba, 1991) – , y que sería anexo a la propia distinción de “Rey de atti”. Por otro lado, y como así atestiguan los textos, las enconadas luchas intestinas dentro del circulo familiar, y que incluirían el asesinato del soberano, la levedad de sus posteriores castigos y su evidente aceptación en la consumación, podrían ser consecuencia de una parental inviolabilidad, en su papel de acto comprensible, al tratarse de luchas fratricidas entre identidades divinas – Posiblemente, “divinidades incompletas” hasta su encumbramiento y posterior fallecimiento al modo faraónico egipcio – . Tal es así que, y por ejemplo, en época de attušili I, la Tawananna, tras conspirar con sus hijos para destronar al rey y como se plasma el “Edicto sobre la Tawananna” (CTH 5) – El término hático “Tawananna”, y que viene a significar “Soberana”, es un dignidad real y religiosa que se poseía hasta la muerte y sobre el que se ha manifestado una pretérita posibilidad matrilineal del ámbito y estirpe hittita –, recibe exclusivamente como castigo el olvido y destierro de la corte de attuša, un “damnatio memoriae”, ya que, aparentemente, sus acciones sólo pueden ser juzgadas por los supremos dioses. Castigo o exoneración divina que tendrá reflejo en los avatares futuros que acontezcan al “Reino de atti”, en una forma y temporalidad paralela al dictado bíblico hebreo  de Éxodo  34; 6-7.

« (18) Cuando altili se hizo viejo y estaba a punto de convertirse en dios, Zidanta mató a Pišeni, hijo de altili, junto con sus hijos. También mató a sus principales siervos. (19) Zidanta llegó a ser rey. Pero los dioses reclamaron por la sangre de Pišeni. Los dioses convirtieron a Ammuna, su propio hijo, en enemigo suyo. Y éste mató a Zidanta, su padre. (20) Ammuna llegó a ser rey. Pero los dioses reclamaron por la sangre de Zidanta. Y en sus manos los granos, los viñedos, los bueyes, las ovejas, no medraban. Se echaban a perder bajo su mano … » Pasaje del “Edicto de Telipinu”, CTH 19. “Prólogo de su Apartado Sucesorio”. 1525-1500 a.c.

Se estima que attušili I, el “Hombre de attuš”, el “Hijo del Hermano de la Tawananna”, ascendió al trono de Hatti hacia el año 1650 a.c. La narración de los destinos futuros del Sobrino/hijo adoptivo de Labarna I nos viene fundamentalmente dada por el texto CTH 4, Los “Anales de Seis Años” y cuyo desarrollo puede ser resumido en tres acciones/reacciones principales: Las campañas anatólicas y las luchas por el intento de control del antiguo comercio asirio del estaño, en la ruta sirio-mediterránea, entre el amorreo “Reino de Yamhad» y Babilonia; la anexión de Arzawa/Luvia y la involución en las conquista sirio-mesopotámicas y por último, la reconquista de Zalpa perdida durante la “Época Oscura”, así como la anexión de Wilusa/Troáde en busca del estaño procedente de las Pónticas tras el fiasco sirio-hurrita.

En paralelo a la expansión de carácter guerrero, es de anotar que el nuevo “Hombre de Kuššar(a)” recuperará la escritura cuneiforme como soporte de la administración y comunicación epistolar hittita. Conquistas que, en su vertiente religiosa, tendrán como consecuencia la adopción del dios patronal de Waršuwa/Uršu en el culto hittita – Cerco inconcluso a la ciudad que estaba acompañado de onerosas implicaciones religiosas (ver CTH 7..). Se trata de una población del «País de urri»/Niiriya, tal vez la actual Gaziantep, la clásica Antioquia-Taurus y en la ruta hacia las bíblicas Harran y Ur Kašdim/Urkeš desde el Mediterráneo. Urkeš, lugar de nacimiento del patriarca hebreo Abraham y cuyo dios patronal era Kumarbi/El, el Cronos clásico -.  Hablamos de la divinidad hurrita  Teššub, el «Dios de las Tormentas”, el Zeus heleno.

Podríamos afirmar que el asedio a la ciudad de alpa/Aleppo fue uno de los últimos episodios bélicos personales del sucesor de Labarna I, al ser herido . – Supuestamente gravedad, como así parece sugerirnos CTH 11: “Y (Muršili…) fue a la ciudad de alpa y vengo la muerte de su padre.” –, y que posteriormente culminó su sucesor. De hecho, y como conjetura, tales acontecimientos precipitaron tanto el ascenso de un heredero todavía joven como la necesidad de una regencia. De ésta guisa, el denominado “Testamento de attusili I” (CTH 6) supondrá una guía para el joven heredero. Un documento que fue redactado poco antes de la muerte de su antecesor en el 1620 a.c aprox.

Como ya ha sido comentado, las intrigas palaciegas y la posterior decisión del monarca deciden la sucesión de la dinastía hittita a favor del nieto/hijo adoptivo, Muršili. Fiel continuador de los proyectos de attušili, el nuevo soberano del “País de atti” toma Aleppo y el control de la estratégica ruta entre Alala y Mesopotamia, dejándole libre el acceso al valle del Éufrates. Aprovechando la debilidad de la dinastía babilónica, y aún vivo el conflicto con los hurritas, Muršili toma y saquea la ciudad de Babilonia en el 1595 a.c., poniendo fin a la dinastía amorrita de Hammurabi. – Parece de común pensamiento que, esta razzia, pudo tratarse de un pago hacia los kassitas, en virtud a su ayuda en la conquista de Aleppo. Los kassitas se presupone que estaban constituídos alrededor de una élite militar de origen indo-aria y proveniente del lado este de los Montes Zagros que se establecieron hacia el siglo XVIII a.c. en la cuenca superior del Tigris – Pocos años después de que Muršili I regresara a Ḫattuša, fue asesinado por el que, posteriormente, le sucedió en el trono, su cuñado Ḫantili I,  1590-1560 a.c., ayudado, a su vez, por su yerno Zidanta. Las incursiones por el norte de  los kaskash/keskesh,  así como los turbulentos acontecimientos de la corte,  la  ratificación independentista de Kizzuwatna/Cilicia y la aparición de una nueva situación política que llevó a la creación de Mitanni, desestabilizaron el reino.  La llegada al poder de Telipinu y su  dinastía posibilitó tanto  los pactos con Kizzuwatna, el final de las intrigas palaciegas, así como la consecución exitosa de diferentes campañas que permitieron contener a keskesh y hurritas fuera de sus fronteras.

Imperio Medio. (1465- 1350 a.c., aproximadamente) Hacia el año 1465 a.c. se produce un relevo en la dinastía de attusa con la llegada al poder de Tutaliya I. Bajo su reinado se sofoca el levantamiento de Aleppo y se produce una ofensiva contra los territorios de Mitanni y de los hurritas en el año 1447 a.c. – Hecho que se vio favorecido por el ataque a los mittanos por parte del faraón Tutmosis III y que propició el establecimiento de relaciones diplomáticas con Egipto -. El sucesor de Tutaliya I, su hijo attusili II, reemprende las campañas contra los luvitas y se interna en los territorios palaítas de Assuwa – Poniendo en contacto a los hittitas con los ekwesh de Ahhiyawa. Posiblemente los «aqueos» o «akhaiwoi» homéricos -. El siguiente en la dinastía, Arnuwanda I, continúa combatiendo a los keskesh que llegaron a conquistar Nerik donde se erigía el santuario a Teššub . Situación que obliga a desproteger y, a posterior,  perder los territorios al éste del Éufrates y que su sucesor, Tutaliya III, encona al ser obligado a hacer frente a los múltiples ataques propiciados por Arawanna, Arzawa y por los hurritas armenios apoyados por el País de Mitanni. El brazo del asesino pone en el trono al que sería fundador del “Gran Imperio Hittita»,  Suppiluliuma I.

Referencias: «Textos religiosos hititas, mitos, plegarias y rituales» , J. V.  García Trabazo  (2002) «Historia y Leyes de los hititas. Textos del Imperio Antiguo. El Código» A. Bernabé y J.A. Álvarez-Pedrosa  (2000)

6 pensamientos en “Los hittitas (orígenes, reino antiguo e imperio medio)

  1. Como siempre, sorprendentes tus estudios y revisiones de la Historia. Recomendable igualmente leerte, de quien siempre aprendo y a quien admiro. Espero de nuevo esas conversaciones deslabazadas que surgen en encuentros amistosos. Un abrazo. Zaloette

  2. Muchas gracias, Zaloette, por esas alabanzas, pero en este caso, salvo alguna añadidura e interpretación que espero no lo desdore.., el mérito es del Sr. G. Trabazo y su tésis. Me conformo con que las entradas sean amenas y aporte algo diferente. Nos vemos y gracias de nuevo.

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