Mitología semita. El Éxodo: Su relación con la crisis del Bronce Final.

 ¿Que hay de épica y que hay de realidad en los textos bíblicos descritos en el Éxodo? ¿Existió realmente el episodio histórico  de la salida de Egipto de las tribus hebreas.?

En la mayoría de las veces, cuando un lector hace acopio de información de referencias sobre tal suceso, queda supeditado al rechazo al que nos produce la  ausencia de evidencias arqueológicas, hasta hoy conocidas,  en estricta relación  con el episodio narrado en el Antiguo Testamento.  Por otro lado, y de igual manera sustentado en esos mismos conocimientos, es posible encontrar corroboraciones sobre las existencia de tribus semitas que,  con origen en las estribaciones del Mar Rojo y el Sinaí, fueron paulatinamente creando asentamientos fijos, al pasar del pastoreo a la agricultura, en las zonas fronterizas a Canaan, así como en los márgenes del desierto entorno al siglo XII a.c. y cuyas rutas de introducción a través  del valle de Wādī ʻAraba concordarían con escenarios descritos por el Antiguo Testamento.

Para entender ésta, en un principio,  discordancia entre lecturas, habría que remontarse a los orígenes, desarrollo y consecuencias de lo que viene a llamarse como «Época Oscura» de Anatolia y  el Mediterráneo Oriental y cuyos finales desenlaces se extendieron desde el siglo XIII  al siglo IX a.c.  Se denomina «Época Oscura» a un conjunto  de acontecimientos que desembocaron en un largo periodo de retroceso cultural y social que marcó el transito entre la Edad del Bronce y la Edad del Hierro en Oriente Próximo. Su posible detonante fue una concatenación de sucesos geológicos y climáticos que estuvieron acompañados por un  largo periodo de inestabilidad política y social, así como de fuertes movimientos de poblaciones.  Es probable que los episodios geológicos y climáticos anexos extendidos en el tiempo, en referencia la erupción volcánica de Thera-Santorini a finales-principios del siglo XVII-XVI a.c.,  fuera el detonante, entre otros,  de una serie de hitos que cambiarán radicalmente el contexto del Oriente Mediterráneo.

Uno de sus episodios humanos, incluirían la expansión de grupos de la rama occidental indoeuropea que provenían, dependiendo de los actores,  de mas allá de los Balcanes y/o de la zonas del Mar Caspio/Mar Negro y que tomarían un papel protagonista en el Egeo y Anatolia, en momentos posteriores. Un segundo foco afecto, sería el progresivo deterioro del arbitraje imperial amorrito-babilónico , con el fin de su influencia en  la Alta Mesopotamia y Siria,  y que en su momento álgido permitió incluso a los hicsos detentar el poder en el Bajo Egipto.

Siria Bronce Final

Mapa político de Siria en el Bronce Final (Ampliar) . Confección B.E. Solans  (Universidad de Zaragoza)

Dicho esto, me gustaría hacer un primer inciso. Dentro del amplio abanico de tribus semíticas,  con evoluciones sedentarias o manteniendo sus costumbres semi-nómadas, que se extendieron durante el III-II milenio a.c.,  están los pueblos semítico-occidentales. Un contexto semita occidental que incluirá aproximadamente  la península del Sinaí y que continuará sobre la  línea de la costa mediterránea hasta  los límites geográficos de la Península de Anatólia, incluyendo una línea que partiendo al este de un afluente del Éufrates, el  río Khabur/Ḫabur,  cortará el desierto sirio-arábigo por las fronteras sirio-iraquíes hasta el golfo de Áqaba. Todos estos pueblos, que incluirían a los amorritas, o a los «hicsos», mantenían un fuerte nexo cultural. Solamente su distribución y el poso de valores que fueron incorporando de los anteriores pobladores en su proceso de conquista y expansión a lo largo de los tiempos, debe diferenciar unas sociedades semítico-occidentales de otras.  De ahí por ejemplo,  que  los pueblos nómadas semitas denominados por los egipcios ”šꜣśw” o «shashu» pudieron formar parte del contingente que se estableció en Avaris en el Delta del Nilo durante la crisis del Periodo Medio egipcio, pero con la particularidad que éstos pueblos, la rama mas occidental, siempre estuvieron ahí, recorriendo la asiática zona limítrofe  con el Bajo Egipto. Otro aspecto a considerar  sería el origen de los hicsos, mas orientales y que posiblemente provinieran de territorios al sur de Siria, mas culturizados «mesopotámicamente» hablando. Una «Siria»  que  estará comprendida, desde la perspectiva egipcia e hittita y como marco geográfico a finales del siglo XVII a.c., por una región englobada entre la Península de Anatolia y los altos del Golán, el Mar Mediterráneo y el río Éufrates –  Los hittitas y egipcios aplicaban a esta región el calificativo étnico-cultural de  «hurrita» y  geográfico de «Ḫurri» o  «Países de Ḫurri» y  que posteriormente pasó a denominarse «Países de Amurru». De ahí su, muchas veces, desafortunada denominación en muchos textos lectivos y la consiguiente confusión didáctica – . Éste contexto excluía, por aquel tiempo, a Canaan y Palestina por considerarse como la «provincia egipcia» en Asia, en el mismo sentido que  lo fue Nubia en África.

Continúo con el relato. La instauración del Imperio Nuevo,  tras la expulsión definitiva de los hicsos,  se sucede la reconquista de la provincia asiática y el comienzo de la influencia egipcia en Siria.  Egipto realiza entre los siglos XVI  y XIV a.c.  un importante número de expediciones guerreras hacia una Siria atomizada que incluía, en el siglo XVII a.c.,  el «País de Mitanni» y  las ciudades-estado de Qadeš, Tunip, Ugarit, Zinzira, Dunanapa, Yaruwatta, Qaṭna, Alalaḫ, Canaan, Amurru, Sidon, Zunzura, Nuḫašše y Ukulza, y que son el resultado del fin de la influencia babilónica en la región. Éste proceso será  culminado por el faraón Tutmosis I, 1504-1492 a.c., quién establecerá un numero determinado de «plazas fuertes» en el Levante Mediterráneo, caso de Biblos y Meggido, definiendo lo que sería la presencia egipcia durante los próximos trescientos años en Siria-Palestina.

«Los wr.w/príncipes así reunidos eran los de [todas] las tierras extranjeras [que habían sido] leales a Egipto, además de Naḫarina/Ğazira ( i. e. Mittani) [los países] de los ḫꜣrw/ hurritas ( i.e. ‘sirios’) y los qdw/qodeítas (i.e. «cilicios»), sus caballos, sus tropas [y su gente]» Pasaje de la Estela de Barkal. Año 1457 a.c. aprox. (Urk-IV-649: Anales de Tutmosis-III, año 23.

En la batalla de Megiddo, 1457 a. c.,  el faraón Tutmosis III, 1479-1425 a.c.,  se enfrentó a una coalición de príncipes sirios,  en número de trescientos treinta según la estela de Barkal, aglutinados en torno al rey de Qadeš y apoyados por el rey de Mitanni. Si bien, fue su octava expedición a la zona,  1447 o 1457 a. c.,  la que supuso su mayor éxito,  al derrotar a ejército mittano cerca de Alepo. Un hecho que tuvo como  primera consecuencia el  debilitamiento del reino de Mitanni y como segunda,  que Ḫatti encabezado por sus reyes Tudḫaliya-I/II y Ḫattušili-II, comenzara a expandirse más allá del altiplano anatólico, finiquitando la influencia mittana en la región sur de la península.

Un segundo inciso. Aunque una parte de la población de la provincia egipcia de Palestina, como pudieran ser los «shashu», «moabitas», «edomitas» etc..,   llevaban en aquella época un régimen de vida semi-nómada,  caso en  Siria de las tribus Sutû o «suteos» y  los Aḫlamu o «arameos»– Emparentados éstos primeros con los sim’ilitas o “Hijos de la Izquierda”,  logograma DUMU.MEŠ  ŠIM.AL,  en un contexto geográfico de «Sur» mas que étnico y  referenciado desde el sagrado monte Tindum en el «País de Khana/ Ḫana» en la «Siria Mesopotámica» – ; el término acadio  «ḫabirū» –  ERÍN.MEŠ, ŠA.GAZ.  Un préstamo del semítico occidental ugarítico ʿprm/ʿāpirūma – debe aplicarse exclusivamente a colectivos socialmente heterogéneos. Entendiendo por «colectivos heterogéneos» a grupos tales como fugitivos, exiliados o campesinos sin tierras, con modos de vida diversos, incluyéndose entre sus prácticas el oficio de temporeros agrarios y mercenarios,  y cuyo denominador común es el hecho de  tratarse de «desplazados» de sus lugares de origen por causas sociales o económicas . Aunque considerados de forma local como grupos conflictivos, el conjunto de la documentación relativa a la Siria del Bronce Final,  siempre entiendo «Siria», y digo Siria…,  como la región antes definida,  los presentan desempeñando papeles sumamente variados y situaciones diversas:  En Ugarit y Alalaḫ,  los grupos de ḫabirū estuvieron controlados por el palacio: un rb ʿprm /»rabi ʿāpirūma»  o «prominente personalidad apirú»  parece detentar una posición elevada en la administración ugarita. En Alalaḫ, siglo XV-XIV a.c aprox,  los ḫabirū afectos al palacio, parecen desempeñar tareas militares, estando  agrupados en ciudades propias y en las cuales existen ḫabirū desempeñando profesiones como las de adivino, sacerdote o alcalde  y organizados en grupos sociales similares a los de la población nativa. Su significancia  sobre las interpretaciones bíblicas estriba en formar parte de un conjunto de migraciones hacia la Transjordania  debido a las incursiones hittitas tras la batalla de Qadeš del año 1274  a.c. aprox.

Anatolia

Mapa regional de Anatolia a finales-principios del siglo XIV-XII a.c. (Ampliar)

Mas, y volviendo al tema ¿Quienes eran los hittitas..? Con la llegada de los asirios a los montes Tauro entre los siglos XX y XVIII a.c.,  se fundan en el altiplano anatólico una serie de centros y agencias comerciales con sede central en la ciudad de Kaneš/Nesa y que tenía, a su vez, bajo su influencia a urbes tales como Ḫattus(a), Purushattum/Purushanda, Kussar(a) y Zapulwa/Zalpa. Por aquella época, esa zona de Asía Menor era un mosaico de principados independientes con un refinado nivel cultural, la «Cultura Hática», y que estaban  encabezados por una serie de ciudades amuralladas como consecuencia de rencillas en una relación vecinal tormentosa. Ésta situación concluirá en el siglo XVII a.c. con el establecimiento de un poder hegemónico sobre tales enclaves por parte de los reyes de Kussar(a). Una dinastía kussarita cuyos fundadores, tras simbiosis con los háticos, descendían de unos pueblos de origen indoeuropeo y procedentes del Mar Caspio y/o Mar Negro que establecieron su capital en Nesa-Kaneš, sometiendo a un eficaz régimen de vasallaje al resto de las ciudades-estado. Cambio de político que se vio beneficiado por el desamparo asirio, debido a una renovada presión amorrito-babilónica sobre el núcleo que formaba su capital, Assur.  La dinastía anittica se mantuvo,  aunque sólo fuera nominalmente y bajo el título de “Hombre de Kussar(a)” por parte de los soberanos posteriores, si bien éstos establecieron de forma definitiva su capital en la, ya podríamos denominar,  hittita Ḫattuš(a).  A finales-principios del siglo XVII-XVI a.c., los hittitas son ya un fuerte elemento de desestabilización, tras recuperar Zapulwa y llevar sus incursiones a la  región anatólica occidental de Arzawa, destruir Alalaḫ y tomar temporalmente Ḫalpa/Alepo en Siria,  así como  derrotar definitivamente, tras devastar Babilonia, a la dinastía amorrita de Hammurabi en el año 1595 a.c. , dejándola en manos de sus aliados kassitas.

Pero.. ¿Que es Arzawa..? o mejor dicho: ¿Quien eran los micénicos..? Los aqueos son, junto con los hittitas, culturas pertenecientes al grupo «centum» indoeuropeo  y cuyo núcleo de expansión probablemente se encuentre mas allá de la cordillera de los Balcanes y/o en la Rusia asiática. Se establecieron  en casi todas las regiones griegas continentales en torno al año 2000 a.c., y como micénicos en las costas egeas de Anatolia – Tal es así que Powell considera a los hittitas como una “sobre-implantación” de corrientes indoeuropeas ya establecidas, y procedentes de los Balcanes y Grecia continental y/o de Cáucaso a través de las Pónticas –, estableciendo dentro de la sociedades autóctonas pelágicas continentales una élite guerrera en la que sustentarán su poder y que supondrá la ruptura de las relaciones de los minoico-cretenses con la Hélade, así como el incremento de su comercio con Chipre y las costas mediterráneas de Anatólia. Situación que  doscientos años mas tarde cambiará tras un periodo de avance cívico de éstos asentamientos y el auge en sus intercambios entorno al mercado de obsidiana en las Islas de Melos y Rodas, concluyendo con la llegada de artesanos cretenses. A partir del siglo XVII a.c., los ya micénicos comienzan a constituir reinos en la Grecia Continental:  Iolkos en Tesalia; Tebas, Orcómenos y Gla en Beocia;  Atenas en Ática; Micenas, Tirinto, Argos, Lerna y Asine en la Argólida; Pilos en Mesenia y los asentamientos pre-espartanos de la Laconia griega. Unos enclaves que imitarán en su organización  a las talasocracias cretenses, beneficiándose grandemente del poso cultural minoico y que culminará en la primera mitad del siglo XVI a.c. con la conquista de la capital cretense, Cnossos,  tras los catastróficos avatares naturales, tal vez un tsunami y otros eventos paralelos,  en relación con la actividad del volcán Thera-Santorini.

« (…) El vil hittita llegó [a Qadeš] después de haber formado una coalición con todos los países hasta el mar. El país de Ḫatti acudió en pleno, así como los de Naḫarina (Mitanni), Arzawa y los dardanys (troyanos), keskesh, los de Meshweh (Libia), Pidasa, Arwen, Karkisha, Lukka, Kizzuwatna, Karkemish, Ugarit, Kode (Amurru), todo el país de Nuḫašše, Moushanet y Qadeš (…) Cubrieron los montes y los valles como una plaga de langostas (…) » Pasaje de las inscripciones votivas de Ramses II en el templo de Karnak, sala hipóstula. siglo XIII a.c.

Si consideramos la fuentes lingüísticas, los anales hittitas y la fuentes micénicas de los escritos de la Iliada, Odisea y «Nostoi», el «País de Arzawa» puede ser considerado una vertiente mas de la implantación indoeuropea de principios del II milenio a.c. en Anatólia. Si nos atenemos a la realidad política de la península, según los anales hittitas, a finales/principios del siglo XV-XIV a.c., la región de «Luvia»– Considerando «Luvia» como aproximadamente el territorio anatólico ajeno al núcleo del reino hittita – estaba compuesta por un conglomerado de reinos con capital en Apaša (Éfeso), la colonia minóico-micénica del «País de Millawanda» (Mileto), el avasallado por Arzawa «País de Lukka» (Licia y Caria), y Kizzuwatna (Cilicia) y su capital Tarša (Tarso). A inicio del Período Imperial, siglos XIV y XIII a.c., el incremento de las actividades expansivas hittitas de los reyes Suppiluliuma I y de su hijo Mursili II  dirigieron sus esfuerzos contra Arzawa. Hubo a partir de estos momentos un cambio en la situación geopolítica regional, puesto que las campañas hititas consiguieron, no sin dificultad, someter y desmembrar Arzawa, quedando dividido en entidades menores que mantuvieron una relativa importancia individual dentro de la zona de influencia hittita: el «País de Šeḫa (Lidia), Wiluša (la Tróade troyana), Ḫapalla (Pirgia), Maša (Bitinia) y el reino hittita de Mira (Licia) y su capital Apaša. Si bien los luvitas, junto a los Kashka o Keskesh – Tribus nómadas de montañeses provenientes de la frontera norte anatólica- , y aunque muchas veces combatieran junto a las tropas de Ḫatti, fueron un crónico problema de sublevaciones e incursiones que llevó , entre otros sucesos, a la caída del Imperio Hittita a principios del siglo XII a.c.

mapa de Grecia

Mapa regional del Egeo. (Ampliar)

El desenlace de la crisis del Bronce Final.  Gracias al equilibrio alcanzando entre las dos grandes potencias de la época, Egipto y la Anatolia hittita,  hubo un periodo de prosperidad y relativa estabilidad en todo el Mediterráneo Oriental y el Próximo Oriente. Este interludio llegó a su fin, coincidiendo con la muerte del faraón Ramsés II, 1224 a.c. aprox, y su extenso reinado y de Tudhaliyas IV, el último rey hittita verdaderamente poderoso, unos años mas tarde. Los años que transcurren entre el 1220 y el 1150  son testigos de la desaparición de la floreciente cultura micénica; del hundimiento de un vasto imperio hittita que comprendía desde Anatolia a Siria y el oeste de la Alta Mesopotamia; así como el colapso de Chipre como gran nudo comercial entre Levante y el Egeo. En el caso de Canaan, desaparece el próspero comercio entre Egipto y Mesopotamia. Solamente un Egipto debilitado y retirado a sus fronteras africanas, mantuvo una apariencia de civilización. 

Varias, y no necesariamente vinculadas, causas han intentado dar explicación al declive. Explicaciones que incluían desastres naturales, caso de nuevos terremotos y tsunamis, innovaciones tecnológicas y colapsos internos, así como antropológicas o teorías sociales de consecuencias políticas, caso de Canaan, por desavenencias entre los centros urbanos y las poblaciones periféricas. De igual forma y como últimas hipótesis, escritos encontrados en Ugarit y Medinet Habu (Egipto), nos hablan de  los «Pueblos del Mar» como los causantes de la caída de numerosas ciudades y estados. En el caso de Canaan, la última correspondencia entre los reinos sirios hittitas y egipcios hablan de incursiones de «pueblos marineros» en las costas levantinas como causa final de su caída, sin que den una explicación de quienes eran, de donde venían, y con posterioridad a su ataques a donde fueron.

En realidad, y como punto de inflexión,  deberíamos de hablar de un cambio climático que tuvo extremas consecuencias en la economía del Mediterráneo Oriental y Asia Occidental.  Cambio climático que comenzó a sentirse en el siglo XIII a.c. y que se extendió hasta el siglo IX a.c. por el Mediterráneo Oriental y el Asia Occidental, produciendo un prolongado periodo de sequía que sin duda afectó severamente a la producciones agro-pecuarias de los núcleos urbanos dependientes en exclusiva de las lluvias, caso de Siria-Palestina, Anatólia y la Alta Mesopotamia. Un cambio climático que bien pudiera ser un anexo a los episodios tectónicos acontecidos desde el siglo XVI a.c. y posteriores, siendo éstos últimos  – La otra fueron los dorios – una de las razones de la destrucción física y económica de las ciudades de Micenas, Tebas, Pilos, Menelaion y otras, de la Troya anatólica,  así como de la isla de Chipre, en los primeros años de siglo XII a.c. También es conocido que la destrucción de Ḫattus(a), siglo XII a.c. aprox., se debió posiblemente a luchas intestinas entre los partidarios de Arnuwanda III, muerto en el año 1207 a.c, de forma poco natural  y su tío el general, después rey, Suppiliuma II ,  así como otras -Luvitas y Keskesh fundamentalmente, unido a las incursiones asirias – .  Éste conjunto de episodios tuvieron un efecto devastador en la economía y en el comercio de Asia Occidental, que llevó a una emigración de conquista hacia el Mediterráneo mas occidental  de numerosos pueblos del Egeo y de la costa Anatólica, los «Pueblos del Mar»,  y que llevaron su fatrias en el Levante Mediterráneo Meridional hasta el  delta del Nilo en el año 1208 y 1176 a.c

Como en todo suceso social humano, hubo poblaciones que se vieron beneficiadas por éstos acontecimientos. En el caso de Canaan, las economías semi-nómadas y nómadas de las poblaciones periféricas de los arrasados o abandonados núcleos urbanos, se adaptaron mejor  a las nuevos escenarios climáticos. El retroceso de los egipcios a su formales fronteras ante el acoso Egeo y Libio, unido a unos graves problemas internos, hace que las ulteriores y depauperadas posesiones asiáticas egipcias sean «tierra de promisión» para «emigrantes» egeo-anatólicos y tribus nómadas que ya venían presionando sus fronteras, repartiéndose el territorio. Así tenemos que en la región aparecen los Peleset (Filisteos) y Denyen en la zona de Gaza y Ascalón, Tjeker en Tell Abu Hawan, Dor y Acre; un reconstruido Amurru extendiéndose desde Tiro a la destruida Ugarit, y en la Transjordania,  entre otras tribus de semitas-occidentales, y provenientes del valle de  Wādī ʻAraba: Las denominas por los egipcios tribus «shashu» de Yæhudah. 

Referencias y mas información:

«Poderes colectivos en la Siria del Bronce Final» Barbara E. Solans  (2011)

“Los Pueblos del Mar.  Invasores del Mediterráneo.” N.K. Sandars (2005)

«La Crisis del siglo XII a.c. Pueblos del Mar y Guerra de Troya»  A. Mederos (2007)

«Environmental Roots of the Late Bronze Age Crisis» D. Kaniewski, E. Van Campo1, J. Guiot, … (2013) 

¿Donde combatieron los hititas en el lejano Occidente? Mursili II, La destrucción de Millawanda o el fin de Mileto V» Juan M. González (2007)

Imágenes:

de.wikipedia.org

«Poderes colectivos en la Siria del Bronce Final» Barbara E. Solans  (2011)

xtec.cat

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